El Sporting La Garrovilla fue derrotado por el Deportivo Córdoba (3-2) en un partido en el que se quejó de un arbitraje que llega a calificar de «bochornoso».

El equipo extremeño de la Segunda División de fútbol sala femenino empezó el partido buscando a su rival en su propio campo, con una presión muy alta que pronto empezó a dar sus frutos porque recuperaba el balón enseguida. El Deportivo Córdoba no conseguía salir de su campo.

Fue entonces cuando empezaron las quejas de La Garrovilla. «La actuación arbitral no tiene nada que ver con una competición del nivel de la segunda división nacional. Cada roce, cada disputa de balón, era resuelta como falta por los colegiados», afirma el club en su crónica. Fruto de ello las locales dispusieron de un doble penalti que la Laura, la portera extremeña, resolvió con una gran parada. Sin embargo, en una jugada posterior acabó con tan mala suerte que una jugadora garrovillana introdujo el balón en su portería. Con 1-0 se llegó al descanso.

La segunda parte arrancó con la misma tónica: fuerte presión de las extremeñas y las cordobesas que no salían. Una gran jugada individual Rocio supuso el empate y dio alas a las visitantes, que poco después se ponían por delante gracias a Ana.

Quedaban nueve minutos por delante «y de nuevo empezó el recital arbitral», sostiene La Garrovilla, que vio cómo se le pitaba un penalti en contra «en un balón dividido». Laura lo paró.

Las extremeñas no supieron sentenciar entonces y «en otra falta inventada» al borde del área «con unos bloqueos mas que dudosos a la defensa garrovillana» supuso el 2-2 a falta de dos minutos.

El partido se convirtió en un toma y daca hasta la última jugada. La Garrovilla tenía el balón en un ataque en bandada, pero nadie cubrió la defensa. La recuperación de las cordobesas supuso un contraataque que las cordobesas no perdonaron. Un palo muy duro para el descomunal esfuerzo que durante todo el partido hicieron las extremeñas.