El Zenit de San Petersburgo, el club patrocinado por la corporación gasística Gazprom, negó ayer la supuesta compra del partido de vuelta de la semifinal de la pasada edición de la Copa de la UEFA disputado contra el Bayern de Múnich, que acabó con victoria del equipo ruso por 4-0 después del 1-1 registrado en la ida. El club alemán, por su parte, dice desconocer las investigaciones promovidas por el juez Baltasar Garzón sobre el asunto.

El magistrado español comunicó hace unas semanas a la fiscalía alemana la información recogida por la Guardia Civil y la Policía Nacional, según la cual pudo haberse producido el amaño del citado partido, a tenor del resultado de las escuchas telefónicas a que fueron sometidos varios ciudadanos rusos en la Operación Troika.

Según publicaba ayer el diario El País , en una de las conversaciones de Guenadis Petrov, uno de los líderes de la organización criminal Tambobskaya, con uno de sus esbirros, éste alardeaba de saber con antelación el resultado del choque. En otra, el propio Petrov afirmaba que se habían abonado 50 millones al Bayern, sin aclarar si se traba de euros, dólares o rublos.

En el partido de ida de las semifinales, el Zenit arrancó un valioso empate a un gol en Múnich, merced a un gol en propia puerta del brasileño Lucio. En la vuelta, el equipo ruso vapuleó a los bávaros con un recital de fútbol que, tras adjudicarse la final frente al Glasgow Rangers, le convirtió en el equipo de moda en el continente, lo que refrendó luego con la Supercopa.

Mientras, el Zenit manifestó ayer en un comunicado que "las suposiciones expresadas por varios medios de comunicación sobre la supuesta compra ultrajan a todos los clubs mencionados", y anunció que emprenderá medidas legales. "El juego mostrado tanto contra el Bayern de Múnich como ante el Glasgow Rangers en la final es la mejor muestra de que las victorias fueron conseguidas en buena lid", añadía la entidad rusa.