Jesús Gil, presidente del Atlético de Madrid, anunció ayer por sorpresa su intención de abandonar el club de inmediato y que, posiblemente, el partido de Liga contra el Real Madrid, previsto para el 15 de junio, será el último que vea en el palco del estadio Vicente Calderón como máximo mandatario.

"Ya no aguanto más. Ya no me insultan más. Tengo 70 años y se me ha faltado al respeto. No estoy dispuesto a que eso suceda. El que sobra soy yo", afirmó Jesús Gil a Radio Marca . Gil, que se encuentra en Marbella, explicó que después de las elecciones municipales del 25 de mayo regresará a Madrid y se reunirá con el consejo de administración del club. "Buscaremos soluciones, pero yo ya no quiero seguir", aseguró.

"No tengo ningún apego al sillón", dijo, y recalcó que ha tomado esta decisión después de meditarla "desde hace muchos días".

"Estoy hasta las narices de aguantar. Con 70 años, a mí no me insulta cualquiera. No lo soporto y, como quiero mucho a esta entidad, deseo que busquemos el bien entre todos, pero de verdad, no que vengan aquí cuatro aventureros a terminar de asesinarlo (al Atlético)", subrayó.

SIN ESPECULAR

"No voy a poner más obstáculos", insistió. "Pero tampoco me puedo ir con todas las garantías e hipotecas a mi nombre y que luego me embarguen", señaló. Gil dijo que ha tenido "la oportunidad" de irse del club "con dinero y especulando", pero que no se presta a "esos juegos".

Al diario As , el máximo dirigente del club rojiblanco manifestó su deseo de que le sustituya una persona "que pueda hacerse cargo de todo lo que el Atlético tiene pendiente".

"Yo soy el malo. Estoy cansado de llamar todos los meses a Enrique Cerezo (vicepresidente) para hipotecar cosas y que puedan cuadrar las cuentas", declaró a la Ser.