Jesús Gil Manzano pasó con nota su primer clásico. La mayoría de los medios de comunicación y los propios protagonistas apenas hablaron sobre su actuación, lo cual es una buena señal siempre. Además, en las redes sociales casi todo fue positivo en relación a su arbitraje.

Solamente algunas jugadas en las áreas fueron protestadas en el primer tiempo. Pero ni siquiera en lo estrictamente disciplinario hubo problemas. Como curiosidad hay que señalar que el trencilla extremeño amonestó a varios de los supercracks tras entradas que no tuvieron discusión, como las de Messi o Neymar e incluso también con la de Cristiano.

En Don Benito todos confiaban en él. También los peñistas de Madrid y Barça de la localidad extremeña. Antes del duelo, al menos. Así lo habían declarado a Efe los presidentes de ambas peñas, Eusebio Díez (Real Madrid) y Juan Pedro Sánchez (Barcelona), que coincidieron en catalogar a su vecino como una persona "educada, sencilla, profesional y discreta" y a la que le desean todo tipo de suerte "que es necesaria" siempre.

Eusebio Díez definía a Gil Manzano como un joven "con un gran futuro y muy profesional", que ya destacaba desde sus inicios, por lo que cree que si la suerte le acompaña puede realizar un gran arbitraje, aunque es consciente de las dificultades que entraña siempre un partido sobre el que está puesta toda la atención futbolística.

Por su parte, Juan Pedro Sánchez recordaba ayer que conoce a Gil Manzano desde hace mucho tiempo, ya que ha compartido con él algún entrenamiento y competición cuando disputaban ambos pruebas atléticas e incluso en la actualidad coinciden en gimnasios o haciendo preparación física.

Pese a ese contacto, reconoce que no sabe si simpatiza con alguno de los dos equipos que esta tarde disputan el clásico, "porque es un tema que no se ha tocado" y que, en su opinión, "hay que dejar de lado".

Discreción

Según había dicho, le gustaría que tras partido "gane quien gane, lo mejor es que no se hable del árbitro" y que su labor "no haya sido a favor de uno ni otro", aunque sabe que en este tipo de encuentros los jugadores tampoco suelen ponerlo fácil.

Los dirigentes de ambas peñas también habían coincidido en las horas previas al gran duelo en que para Don Benito es "un orgullo" contar con un vecino con la proyección de Gil Manzano y también expresó que no creía que se le vaya a juzgar en el futuro por lo que pudiera hacer ayer. Y así fue.

Ambas peñas, la del Madrid, con 143 socios, y la del Barcelona, con 170, tenían ya todo preparado para seguir el clásico en sus sedes, que ayer también centraron la atención mediática generalizada en Extremadura. Es evidente que no defraudó a casi nadie. Evidentemente, en Barcelona estaban menos felices, aunque las críticas se centraban más en el equipo que en el árbitro dombenitense. El resultado de 3-1 en contra, como es normal, no sentó nada bien entre los azulgranas.