REAL MADRID - 3: Iker Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Carvalho, Marcelo; Lass, Xabi Alonso; Cristiano Ronaldo, zil (Khedira, m.64), Di María (Arbeloa, m.64); e Higuaín (Benzema, m.84).

ESPANYOL - 0: Kameni; Chica, Galán, Forlín, David García (Dídac, m.46); Duscher, Molina, Verdú, Callejón (Callejón, m.85), Luis García; y Sergio García (Alvaro Vazquez, m.73).

GOLES: 1-0, m.29: Cristiano Ronaldo de penalti. 2-0, m.83: Higuaín. 3-0, m.87: Benzema.

ARBITRO: Clos Gómez (colegio aragonés). Amonestó a Carvalho y Marcelo por el Madrid. Expulsó a Pepe por doble amonestación (56 y 61) y a Forlín (83 y 88), y por roja directa a Galán (63).

Cristiano Ronaldo decidió un tedioso encuentro con un gol desde el punto de penalti y una asistencia a Gonzalo Higuaín, que coloca líder provisional al Real Madrid, con un resultado engañoso gracias al gol postrero de Karim Benzema que aumentó la maldición del Espanyol en el Bernabéu (3-0).

El Madrid no encuentra continuidad en su juego. No alcanza a definir un estilo. El vendaval ofensivo del estreno europeo ante el Ajax fue un espejismo para un equipo que, en la actualidad, se basa en la lucha y en detalles de calidad que deciden partidos.

Alejado de la imagen de equipo que desea José Mourinho, el Madrid sigue ganando partidos, formando una base con la solidez del triunfo. El resultado acompaña y evita una crítica mayor del madridismo. De momento, se inquieta en un asiento del que solo se levanta con gestos de calidad de zil o Di María, o algún arranque en solitario de Cristiano Ronaldo.

Solo la valentía podía hacer triunfar al Espanyol en el Bernabéu y Pochettino es un técnico atrevido. Ahogó al Madrid tapando su fuente de alimentación. Dejar el juego blanco a expensas de individualismo es tan sencillo como tapar a Xabi Aonso. Una buena presión de la segunda línea --Verdú, Callejón y Luis García--, trabó el partido.

El planteamiento para romper 14 años de sequía en el Bernabéu del Espanyol era bueno. Solo faltó acierto en los últimos metros. Iker Casillas no tuvo que intervenir en el primer acto y fue decisivo en el segundo. Vio pasar rozando el palo un remate a placer de Callejón a los cinco minutos y otro lanzamiento de Verdú tras buen centro desde el costado derecho de Luis García al borde del descanso.

MUCHO INDIVIDUALISMO El Madrid intentaba mandar sin éxito. Sus ocasiones surgían a cuentagotas. En la primera se lució Kameni, tras disparo de Di María con la zurda (m.7). Poco pudo hacer en los dos penaltis bien lanzados por Cristiano. Una falta recibida por el portugués al borde del área, acabó en la mano de Luis García en su lanzamiento. Marcó y tuvo que repetir por la entrada de madridistas en el área. Tampoco perdonó al segundo intento. Su gol tan deseado y perseguido por fin llegaba. Con la ansiedad rebajada debía recuperar su nivel.

Mourinho, poco amigo de los cambios tempraneros debía reaccionar tras un mal comienza de la segunda parte. Lo hizo cuando Pepe se marchó camino del vestuario. Dos después se igualó la contienda cuando Galán vio la roja. Con las fuerzas igualadas Mourinho dejó un mensaje. Sacó del campo a los malabaristas, zil y Di María, para meter a Arbeloa y Khedira y apostar por un tribote en la medular que dio resultado.