El estadio Nuevo Vivero es el más feliz del fútbol extremeño, aunque se siga viendo mucho cemento. En sus asientos se respira, al menos en cifras, el mejor ambiente de la región, por lo que manda en el grupo XIV de Tercera División, con una media de 3.000 espectadores por encuentro. 3.500 presenciaron la victoria del Club Deportivo Badajoz ante el Cerro de Reyes y aproximadamente 2.500 la derrota frente al Díter Zafra. Incluso dobla en espectadores a un equipo de superior categoría, como el Mérida de Fabri en el grupo IV de Segunda B.

Ese el principal y sorprendente estudio realizado por este diario en el inicio de temporada, que arroja también datos tan significativos como que el Sanvicenteño, un modesto, supere con sus 400 fieles al Cacereño, un histórico, y que el propio Príncipe Felipe acoga el mismo número de gente que el Municipal de Olivenza (350).

MUY POR DETRAS A muchos asientos de distancia de la mejor hinchada extremeña, con 2.700 abonados, la del Badajoz, se encuentran los demás clubs de Extremadura. Solamente dos equipos más llegarían a los mil espectadores, el Mérida, único extremeño de Segunda B, con 1.200 seguidores en las gradas que repitieron en los dos partidos en casa de esta temporada ante Alcalá y Real Jaén, y el tercer clasificado en público sería el Don Benito, con 1.000 espectadores de promedio.

Del resto, sólo destaca la mayor afluencia en el campo del Díter Zafra, 650; Cerro de Reyes 500, Sanvicenteño 450 y Valdelacalzada 400, mientras que los demás no superan las 350 personas por encuentro, casos de Sporting Villanueva --donde los aficionados no tienen que pagar, ya que el mecenas José María Pérez Hurtado pone de su bolsillos los gastos-- y los reseñados Olivenza y Cacereño.

En 300 espectadores están, de momento, Villanovense, Jerez, Villafranca y Moralo; en 250 Santa Amalia, Plasencia, Pueblonuevo y Miajadas; en 200 el debutante y revelación Valdivia, y cierran la hipotética tabla de público, el Imperio de Mérida y La Estrella de Los Santos de Maimona con solamente 150 espectadores en este comienzo.

En Tercera, la media de espectadores oscila sobre los 500, una cantidad bastante irrisoria, según los clubs sondeados por este periódico, teniendo en cuenta que muchos de los históricos del fútbol extremeño están en este grupo XIV.

NI ESTANDO ARRIBA En nuestro único representante en la Segunda División B, está claro que los 1.200 espectadores no contentan, en absoluto, al club de Fouto Galván. Se trata de un caso bien explicativo de la crisis de identidad que reina actualmente para desdicha del fútbol regional, que en otras épocas brillaba pero que ha visto cómo su declive va en aumento cada año, datos fríos en mano.

Esta misma semana, y aprovechando la sobresaliente marcha de los romanos en este inicio liguero, el propio presidente se ha quejado amargamente de la respuesta que está dando la hinchada del Mérida.

Sin embargo, el moderado optimismo está siendo la nota dominante en las últimas horas en el entorno de la entidad. Por eso se espera que la buena clasificación actual --segundos, en zona de liguilla de ascenso a Segunda División, tras tres victorias consecutivas-- ayude a dar un estirón considerable para sus intereses en forma de adhesiones con carnets. La cifra de 2.000 abonados aparece, de todas formas, como una entelequia, viendo la respuesta del aficionado del club extremeño mejor situado en el escalafón nacional. Es algo que retrata la crisis vigente.