El Villanovense puede decir que cada gol que marca vale su peso en oro, o en puntos, porque a pesar de ser de los equipos que menos goles ha marcado esta campaña en el Grupo IV, se está manteniendo en una posición cómoda, más cerca de los puestos de privilegio que de los peligrosos.

Con la excepción de la visita a Las Palmas, cada vez que marca el Villanovense puntúa. En estos momentos los serones tienen diez goles a favor, aunque tres de ellos son fruto de la sanción al San Fernando, por lo que en realidad, sobre el terreno de juego, han marcado siete. Solo el Lorca, penúltimo, tiene menos goles que los de Villanueva de la Serena. Marbella y Las Palmas (colista), tiene los mismos.

De momento, los problemas de falta de acierto de sus delanteros se están resolviendo con la seguridad en la defensa y la portería. Precisamente en los partidos en Las Palmas y en casa ante el Granada B han sido los únicos en los que han encajado más de un gol.

Así, con un 25 por ciento del campeonato disputado, los máximos goleadores del equipo son Carlos Andújar y Elías, con dos tantos cada uno. Tapia y Annunziata han sido los otros dos afortunados en ver puerta en esta campaña.

La situación dista mucho de la de hace un año, cuando el equipo llevaba, tras las primeras diez jornadas, un balance de 18 goles a favor. Por el momento, los delanteros no han tenido la fortuna de ver puerta. Ni Pedro Beda, ni Allyson, ni Osterholm, ni Dieguito, que son los que más han jugado, han tenido acierto de cara a portería. Iván Ania resta importancia a este hecho mientras otra gente esté marcando. «Necesitamos que los delanteros, que viven del gol, hagan el gol cuanto antes, sobre todo para que le dé confianza a ellos», señala el técnico asturiano.

En el partido del domingo jugaron juntos Pedro Beda y Allyson durante casi toda la segunda parte, y aunque no marcaron, contribuyeron generando bastante peligro y llegadas. «Yo como delantero tengo que meter goles, pero siempre digo que si no marco y el equipo gana estoy súper contento», asegura Beda. Aunque admite que le molesta no marcar, el brasileño cree que lo mejor es salir a ganar y a darlo todo. «Hay que salir para hacer los tres puntos y si marco gol o no es casualidad».

La otra cara de la situación es que el equipo está mostrando una gran solidez defensiva. Sólo Melilla y Linense han encajado menos goles que los serones, con cinco y seis, respectivamente.

El sábado espera el líder, el Écija, la revelación del campeonato. Un equipo que ha concedido pocos puntos en su estadio y pocos goles. La inspiración de los hombres de ataque se antoja vital para sacar algo positivo.