Jesús Rollán, vapor ti, campeón

No te conocía en persona, pero si sabía de ti como deportista...

¡Que grande, tío! Campeón olímpico, del mundo, de Europa. La máxima aspiración para un deporte como el tuyo o como el mío, en los que no se mueven cifras escalofriantes, ni somos galácticos, ni cracks , somos deportistas con lo que eso implica; sacrificio, esfuerzo, afán de superación, amor por el deporte puro y duro a pesar de las lesiones que no nos respetan lo que quisiéramos, y en tu caso, mucho mas ¿verdad Jesús?.

Nacimos el mismo año, ¡Que envidia de currículum!; pero la gota que colmó el vaso, fue aquella tarde en televisión cuando te vi donando tu medalla de oro olímpica a una subasta benéfica, ¡lograste que se me cayeran las lagrimas!; impagable tu gesto, cuantos sentimientos guardaba esa medalla, cuantas horas de piscina, trabajo, sufrimientos... y tú haciendo derroche de generosidad y buena gente porque alguien realmente lo necesitaba.

Te retiraste de la competición hace poco, supongo que después de tantos años, no sería lo mismo, algo te faltaba; y los problemas personales te han llevado a perder el partido más importante que tenías que ganar... el de la vida, justo antes de empezar la segunda parte.

Sé que dejas una hija y seguro que cuando sea mayor entenderá lo que fue su padre, un gran deportista y una buena persona. Espero que allá donde estés sigas compitiendo al máximo nivel, y ésta vez, no te rindas... no es tu estilo. Adiós compañero, adiós campeón. Descanse en paz.

P.D. A Jesús Rollán, campeón olímpico.

ENRIQUE PALACIOS SOLIS.

Badajoz