GRADERIO DEL LECTOR

Estando en un bar combatiendo, como se podía, el calor, oí una conversación a unos vecinos de barra: "Le llaman Franete, y tiene ocho años". Como esto no me decía nada, seguí con mi cerveza, hasta que escuché: "Lleva 76 goles y juega en el Diocesano en prebenjamín. El sábado 14 juegan la final del trofeo Javi Sánchez en el Multiusos, contra el Extremadura. ¿76 goles un crío de ocho años? No me lo pierdo, me dije.

Allí estuve, un cuarto de hora antes sentado en las gradas, junto a padres y familiares. Pregunté quién era Franete: "El número 6", me dijeron. Recorrí con la vista a los jugadores hasta encontrarlo. Un crío con cara de espabilado y nervioso por empezar.

Se inicia el partido y el Extremadura, con tres hermanos trillizos, logra tres goles, llegándose así al final del primer tiempo. Durante el descanso, el entrenador del Diocesano, los padres, familiares y amigos, no dejan de dar consejos a los jugadores. Veo cosas en Franete, pero no marca.

Ya en el segundo tiempo, vuelve a marcar el Extremadura. No se desaniman los críos del Diocesano y, animados por la cla allí congregada, entra en función Franete marcando tres goles. Faltando 1´50 minutos, un balón lo recoge Franete, que se interna y, de disparo seco y duro, introduce el balón en la red. Hasta yo salté, sin venirme nada a cuento, contagiado por los saltos y aplausos de los padres y familiares, con el 4-4.

Y llegan los penalties. Comenzó lanzando el Diocesano y Franete, de izquierdazo seco, marca. Al final, el Diocesano gana el torneo y los dos equipos se hacen una foto con Javi Sánchez (ver EL PERIODICO EXTREMADURA del domingo 15 de junio).

Abandonando el pabellón, dirigí la última mirada a la pista y vi a Franete hablando amigablemente con Javi Sánchez. ¿Qué dirían? Seguramente el internacional le diría: "Sigue así y tendré un digno y gran sucesor.PEDRO SANCHEZ. Cáceres