El presidente del Plasencia, Antonio Martín Oncina, ha hecho un balance positivo del presente año 2003, que ha representado para su modesto club un salto de calidad importante y un éxito sin precedentes para la entidad, sobre todo por los grandes e inesperados triunfos deportivos que se han concretado en un mágico ejercicio.

"Con uno de los presupuestos más bajos de la LEB-2, comenzamos el año con la cuarta plaza que nos dio la opción de la Copa, que al final organizamos en Plasencia con un éxito absoluto e incluso con el subcampeonato", resalta Oncina, que recuerda que al final de la temporada regular se lograría el primer lugar en la liga regular "y llegamos al último play off".

El presidente jerteño también se acuerda ahora que se comenzó fichando a jugadores "pensando en la LEB-2" y citó los ejemplos de Perico Sala e incluso el entrenador, Dani García. Después, una vez confirmado que el equipo daría el salto en la LEB, "ya en la pretemporada se vislumbraba que iba a ser un buen inicio, con triunfos en la Copa de Extremadura e incluso en el mismísimo Raimundo Saporta ante el Madrid, pese a las bajas que tuviera".

Las siete primeras jornadas fueron todas saldadas con triunfo en competición oficial, algo que también es sorpresivo. Martín Oncina resalta que, pese a algunas derrotas, el equipo va a terminar el año en la primera posición y con plaza segura para la Copa Príncipe.

El equipo, en definitiva, "aspira a todo", según el entrenador, Dani García. Y el domingo hay una nueva gran prueba ante el Bilbao, ante el otro equipo que lidera la competición LEB.