83 CACERES PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD: Dani Rodríguez (14), Xavi Forcada (5), Carleton Scott (11), José Angel Antelo (22), Leon Williams (10) --cinco inicial-- Pedro Robles (5), Juan Sanguino (4), Carlos Cherry (10), Asier Zengotitabengoa (2).

81 REAL MADRID: Sergio Rodríguez (16), Carlos Suárez (7), Jaycee Carroll (23), José María Gil (0), Nicola Mirotic (12) --cinco inical-- Ante Tomic (2), Jorge Sanz (0), Novica Velickovic (14), Mansour Kasse (0).

ÁRBITROS: Redondo, Sánchez M. y Soto.

MARCADOR POR CUARTOS: 24-27, 42-47 (descanso), 66-65 y 83-81.

Enorme espectáculo el que ofreció ayer el Cáceres Patrimonio de la Humanidad, que venció a todo un Real Madrid en el torneo que lleva su nombre (83-81). Con la salvedad de que a los madridistas les faltaba casi la mitad de su plantilla, el triunfo en sí no pierde valor, sobre todo por la imagen que ofreció durante los 40 minutos y que el numeroso público --3.500 personas-- agradeció sobradamente.

Una gran noche en la que todo salió perfecto: en el Multiusos hizo mucho calor, pero mucho más quemó la pasión de los aficionados, boquiabiertos por la exhibición de los suyos, que cierran así una pretemporada muy esperanzadora de cara a la nueva aventura en LEB Oro.

La primera parte ya resultó, como mínimo, alentadora. El Cáceres salió dispuesto a vender carísima la derrota, intentando compensar la diferencia de calidad con el hecho de que tenía una plantilla más larga que su oponente. Gustavo Aranzana apostó esta vez por Xavi Forcada como escolta titular, confirmando que la batalla en ese puesto con Pedro Robles y Asier Zengotitabengoa está muy abierta.

Fueron un poseído José Angel Antelo y su pareja bajo tableros, Leon Williams, quienes mantuvieron a los locales en el marcador, incluso con pequeñas ventajas. Al gallego debe escocerle no haber triunfado en el equipo en el que se crió y firmó una primera mitad perfecta, sin fallos en el tiro. Bigs también se fajó de lo lindo con el skyline madridista. Viendo lo de ayer --y el resto de la pretemporada--, podría afirmarse sin rubor alguno que tiene sitio perfectamente en ACB.

EMOCIÓN

El 24-27 del final del primer cuarto resultaba algo engañoso: los equipos se empleaban en defensa, pero los ataques eran vertiginosos. Un choque muy vistoso que hacía las delicias del público, abierto también a aplaudir las acciones brillantes de Mirotic --ya llevaba un doble doble al descanso-- o Suárez.

Parecía que podía acabarse el disfrute para el equipo cacereño (30-39, min. 15), pero no fue así. Su entusiasmo defensivo mezclado con rachas de acierto permitieron que todo siguiese en el aire al descanso (42-47). Los chicos de Aranzana siguieron dando la cara tras el paso por los vestuarios, pero ocurría que cada vez que el Madrid juntaba a cinco de sus seis profesionales, se iba en el marcador. Pasó en el tercer cuarto (44-57, min. 24), pero Carlos Cherry, ansioso por discutirle las riendas del equipo a Dani Rodríguez, lideró la primera remontada de la noche (66-65, min. 30).

El Madrid volvió a apretar con todos los buenos en cancha y pareció tener muy cerca ganar (70-78 a 4:15), pero otra vez el genio de los cacereños, con Carleton Scott omnipresente taponando y clavando triples, apareció para remontar con un parcial de 12-0. En un emocionantísimo final, Velickovic pudo forzar la prórroga, pero falló dos tiros libres con el reloj a cero. Y el pabellón estalló como hacía años que no lo hacía. Colosal.