Hace justamente un año, se disputaba en Cáceres el Master nacional de tenis en lo que fue, sin duda, un gran espectáculo. Lo ganó Fernando Verdasco, el gran protagonista del fin de semana por decidir con su triunfo el nuevo título español en la Copa Davis. Verdasco pudo con su rival, Acassuso, y con el enfervorizado público argentino, en un ejercicio de concentración y de talento incuestionable. La baja de Rafa Nadal no se notó, y no gozar de la condición de favorito benefició al equipo nacional, que jugó sin presión añadida. El sonoro triunfo de España nos vuelve a poner en la cima del deporte mundial. Ahora estamos arriba en fútbol, en baloncesto y en tenis, tres de las especialidades que generan más prestigio. Disfrutemos de ello, sintámonos orgullosos de lo nuestro porque lo que está sucediendo será complicado volver a vivirlo. El deporte siempre nos da argumentos para sentirnos un poco más felices. Y en los tiempos que corren, esto se antoja como un buen antídoto. Y, además, no cuesta dinero, lo cual no es poco.