Pitágoras se refirió a él como la figura geométrica del número áureo. Leonardo da Vinci lo eligió para ilustrar la "divina proporción". El caso es que un pentagrama, en ocasiones asociado también a la magia, decidirá el Mundial de F-1: cinco pilotos aspiran al título; cinco circuitos definirán al campeón: un logaritmo para determinar el campeón.

Separados por 20 puntos (una victoria otorga 25), Mark Webber (187 puntos), Lewis Hamilton (182), Fernando Alonso (166), Jenson Button (165) y Sebastian Vettel (163) se enfrentan a una lucha cuyo desenlace vendrá determinado por la forma en la que los Red Bull, Ferrari y McLaren sean capaces de adaptarse a los cinco circuitos que quedan para correr hasta final de temporada (Singapur, Suzuka, Corea, Interlagos y Abu Dabi).

"Una vez pasados Spa y Monza, donde sufrimos, llegamos a los cinco circuitos finales que favorecen a nuestro coche", señala Webber, el líder del campeonato. "Casi todos los circuitos que faltan son terreno favorable para los Red Bull", confirma Alonso. Pero el bicampeón va más allá. "No somos favoritos en ninguno de ellos, pero tampoco vamos mal en ninguno". Una cosa es evidente: en estas cinco finales, Red Bull y Ferrari parten por delante de McLaren.

EL TRUCO DE LOS ALERONES "Singapur es un trazado lento, donde se necesita mucha carga aerodinámica, y ahí Red Bull es favorito. En un trazado similar como Hungría, nos metieron más de un segundo por vuelta en la crono", recuerda Alonso, aunque con un pero. "Se parece a Mónaco, es virado, urbano... y en Mónaco íbamos bien", advierte el asturiano. "Nuestro coche se desenvuelve mejor en circuitos con largas rectas, con fuertes frenadas en línea recta, donde hay más cambios de dirección que curvas", desvela Stefano Domenicali, jefe de Ferrari.

Suzuka e Interlagos, con largas curvas y muy pocas frenadas en recto, parecen territorio Red Bull, mientras que Corea, en su estreno, tiene de todo, aunque con largas rectas y dos o tres frenadas fuertes que igualan las fuerzas. "Necesito dos victorias y cuatro podios", se fijó como meta Alonso para ganar el cetro antes de llegar, y ganar, en Monza. De momento ya tiene un triunfo en el bolsillo. El segundo tendría que buscarlo en Singapur a partir de hoy, puede que en Corea, o dejarlo para un final de infarto en Abu Dabi, curioso lugar.

En teoría serían Red Bull y Ferrari quienes deberían tener el coche más competitivo en los cinco trazados. Pero Button tiene algunas dudas. "El equilibrio de fuerzas puede haber cambiado tras las variaciones que la FIA ha impuesto para medir la flexibilidad de los alerones". Antes de Bélgica, la flexibilidad se medía colocando un peso de 50 kilos sobre el alerón, que no podía flexar más de cinco milímetros. La FIA estrenó en Monza un nuevo sistema de medición que mide la tolerancia desde el suelo del coche, no en el alerón. "Monza es un circuito muy especial, de muy baja carga aerodinámica y no es fácil determinar si el cambio en el sistema de medición ha variado el equilibrio de fuerzas. Estoy ansioso por ver qué sucede en Singapur, un trazado de mucha carga", avanza el inglés, esperanzado de que el bajo rendimiento de los Red Bull (más lentos que Ferrari y McLaren) en Italia se deba a este cambio en las mediciones.

VARIABLES INFINITAS Y luego están las otras cinco puntas en la figura geométrica, la de los cinco pilotos, tres de ellos ( Hamilton, Alonso y Vettel) con la ansiedad de demostrar que cada uno de ellos es el mejor; los otros dos, Webber y Button, con el lastre de ser menos brillantes, pero con la ventaja que otorga la tranquilidad de que cualquier resultado vale, que todos suman. Y dos estrategias distintas: McLaren y Red Bull juegan dos ases en cada partida, el doble de posibilidades para sumar... y para restar. Y Ferrari solo una, la de Alonso. "Felipe me podría ayudar si gano; si estoy abajo, no me podrá ayudar". Y también está la tensión, los errores, la lluvia que suele aparecer en Japón y Brasil. En definitiva todo abierto. Pura lotería. El primero sorteo comienza hoy en Singapur.

RUMORES SOBRE MASSA Su comportamiento en el Gran Premio de Alemania estuvo a punto de costarle muy caro a Ferrari tras desnudar las órdenes de equipo. "Aquí, el equipo está por encima de todos, también de los pilotos", repiten una y otra vez los jefes de la Scuderia . Por eso, el futuro de Felipe Massa es objeto de rumores. Parte de la prensa italiana lo da por despedido. Mark Webber y, sobre todo, Robert Kubica, figuran en las quinielas de sustitutos. Los protagonistas lo desmienten y el afectado capea el temporal: "Todos los años se habla de alguien para sustituirme, estoy acostumbrado".

Otro sector de la prensa italiana asegura que el futuro del brasileño depende de su comportamiento y rendimiento en las cinco carreras que faltan para el final. Su principal valedor parece el propio Fernando Alonso.