Detrás de esa sonrisa seductora se esconde un hombre tímido al que parecía haberle caído un buen marrón el pasado 4 de enero cuando sustituyó a Rafa Benítez al frente del banquillo blanco. Desde entonces, Zinedine Zidane ha devuelto muchas cosas al Madrid. Le ha dado un color hasta alejarlo de la palidez de la etapa del anterior técnico.

También vigor y carácter. Ahora puede sacar el fruto de todo eso porque la Champions puede suponer la gran reválida del técnico francés después de casi cinco meses en el banquillo. Zidane tiene claro que llegar a una final sin sufrimiento “es algo que no existe en el fútbol y nosotros también sabemos sufrir”.

NO PREOCUPA CRISTIANO

Además de los rivales, las lesiones le han preocupado de manera especial en el tramo final de la temporada. Cristiano ha acaparado todo el seguimiento de la enfermería blanca. Sin embargo, según Zidane el delantero portugués está en buen estado.

“No es la misma sensación que tuvo ante el City, ni mucho menos. Yo creo que está bien. Además, jugando una final jugaría aunque tuviera algo. Va a estar al 100%”, ha manifestado el entrenador del conjunto blanco.

Zidane no enseña a disparar a Cristiano, simplemente se pone a su lado y le pasa el balón o se mete en el rondo. Una política mucho más interactiva e inteligente que la que mostró Benítez y que le ha dado grandes beneficios al francés dentro de una plantilla que ya no quiere separarse del exjugador que ganó La Novena, La Décima como ayudante de Ancelotti y que puede convertirse en el séptimo que la gana como jugador y como primer técnico.

LA PREMONICIÓN DE ANCELOTTI

“Es diferente como jugador que como técnico. Lo estoy viviendo con intensidad. Para mí ganar esta final sería como poner la guinda al pastel y siento que estamos preparados” ha afirmado el técnico francés. Recuerda que antes de la final de Lisboa, Ancelotti le dijo que “ojalá un día yo estuviera como primer técnico”.

Para llegar a eso, el primer problema que tiene para la cita del sábado es igualar en intensidad al Atlético sin pasarse de revoluciones. Más que asegurar que el Atlético va a endurecer el encuentro, Zidane considera que el equipo de Simeone “es un conjunto que lo hace todo como un conjunto”.

Pese a estar donde muchos técnicos quisieran, Zidane mantiene que aún le falta muchísimo "para ser un buen entrenador”. Sin embargo, no quiere oír hablar de la palabra fracaso “porque nadie nos va a quitar lo que hemos hecho hasta ahora”.