La plantilla del Mérida está cansada de tantas promesas incumplidas. Por ello, el capitán Olivar, como portavoz de sus compañeros, expresa sin tapujos el sentir del vestuario. "Ya estamos hartos de la directiva porque no han mirado por nosotros. Queremos sinceridad y que no nos engañen. Exigimos que, igual que somos honrados en el campo, ellos lo sean con nosotros. Que digan claramente si se van o se quedan, si pueden o no pagarnos, pero que no mientan más, porque, si no pueden cumplir, tendremos que buscar las habichuelas en otro sitio", denunció.

SITUACION LIMITE

La situación comienza a ser límite. Ya hay un jugador que debe ocultarse ante el acoso de su casero y otro que ha tenido que pedir dinero a sus compañeros para pagar la gasolina que le permita venir a entrenar a Mérida desde su pueblo.

El propio club tiene problemas para recaudar fondos que le permitan pagar arbitrajes y desplazamientos.

Y suerte que el Mérida sólo debe hacerse cargo de 15 nóminas, pues el Sevilla paga las de sus cedidos -Jorge y Manuel Angel- y el Atlético las de los suyos -Zahonero, Prieto y Aznar-. El último, por cierto, será baja mañana en Ecija por otra pequeña rotura fibrilar.