Santiago Barrigón, presidente del Díter, no debió volver ayer muy contento a Zafra tras la derrota de su equipo. Por la mañana excusó su asistencia al almuerzo oficial de las directivas por un galopante proceso gripal que lo mantuvo al borde de no poder viajar a Almendralejo. Se perdió el buen ambiente, la charla distendida y un arroz con bogavante que dicen era para nota. En el ´California´, sede del ágape, si estuvieron los Juan Caballero o Juan Carlos Angulo, por parte visitante, y los Pedro Nieto, Ramón Ruiz y Pedro Serrano, por los locales. Eso sí, Barrigón se presentó luego en el palco para hacer los honores a pesar de la fiebre y algún otro síntoma añadido. Con todo, seguro que lo peor terminó siendo la derrota. El Díter, un buen Díter de nuevo ayer, se queda materialmente sin tiempo para el milagro...

La de ayer volvió a ser una de esas jornadas en las que, afortunadamente, los derbis se convierten en un afable pulso de buenas maneras. Al equipo se le recibió cuando saltó al campo con una cerrada ovación, hubo abrazos antes, durante y después del 2-1 en el palco y fuera de él... Uno de los que más llevó fue el incombustible Pardi, el que fuera utillero del Díter y al que se recuerda con cariño, a las pruebas nos remitimos, en Almendralejo.

Aunque no daba esa numerosa sensación, más que nada porque estarían repartidos por diferentes ubicaciones en la grada, Paulino Croche confirmó que superaban el centenar y medio los aficionados que habían comprado la entrada en la venta anticipada en Zafra. En el campo, más allá de caras conocidas visitantes aquí y allí, la concentración más entusiasta y ruidosa estuvo en la preferencia, donde se ubicaban, megáfono y tambor en ristre, los seguidores, no muchos, del ´Frente Azul´. Nunca volvieron la cara al partido, jamás se desanimaron. Ni con empate, ni con triunfo azulino , ayer más bien verde, ni con la derrota final. Perseveraron.

Un inesperado temblor

Pero al margen de todo lo anterior, faltaba un protagonista añadido, e inesperado, al derbi. Justo cuando se cumplía el minuto 31 de partido se dejó sentir un estruendo y tembló la estructura de las cabinas de prensa, que se movieron ligeramente. Cuando el Extremadura estaba en Primera, con el campo a rebosar y dando cumplimiento al grito de "que bote Almendralejo", esa sensación era normal. Pero ayer, con apenas 2.000 personas en el recinto... Al final, un terremoto. No nos privamos de nada en el derbi.

Tampoco se privó el meta Pata, que conoció al término del partido de ayer que no se cuenta con él y que su puesto lo ocupará el meta argentino, aunque con pasaporte español, Juan Manuel Massa.