Espero que a partir de la segunda jornada empecemos a estar más arriba. Quizás nos ha pesado la presión de jugar en casa". Jorge Campillo, presidente de la Federación Extremeña de golf, intentaba no dar un mensaje demasiado negativo ayer, al final del primer día del Campeonato de España junior, cuya sede es el Norba Club de Cáceres. Su hijo, del mismo nombre, había sido el mejor representante regional en una competición en la que están las 123 promesas españolas más sólidas. Campillo junior , no obstante, no consiguió ni siquiera estar entre los veinte primeros tras presentar una tarjeta de 78 golpes, once más que el primero, el gallego José Luis Adarraga. Este estuvo excepcional y se intuye como máximo favorito para el triunfo final: su marca se sitúa cinco golpes por debajo del par del campo.

LA LLUVIA

Tanto a Campillo, cacereño, como a los otros pujantes golfistas extremeños les quedan tres jornadas para reaccionar y pelear por estar entre los diez mejores, su auténtico objetivo. Los pacenses Diego García Cancho (80 golpes) y Javier Colomo (81) estuvieron un paso por detrás, entre el trigésimo y el cuadragésimo, acreditando peores actuaciones de lo que se preveía.

Las circunstancias climatológicas ocasionaron un leve retraso en el desarrollo del campeonato. "Los jugadores están acostumbrados a jugar con menos viento, pero no es excusa. La lluvia y el viento los han sufrido todos", indicaba el presidente Campillo. Su hijo perdió una bola en el hoyo 17, justo cuando parecía que iba a presentar una tarjeta un poco más esperanzadora. Colomo tuvo su cruz en el hoyo 14. Se equivocó de bola, fue penalizado y totalizó once golpes.

Los resultados de ayer se acumulan con los de los próximos tres días, por lo que hay margen para corregir este arranque. A partir de esta mañana en el campo cacereño, la respuesta.