Samuel Eto´o, el delantero del Inter, se convirtió en el gran protagonista del Calcio. Los seguidores radicales del Cagliari insultaron al camerunés desde el inicio del partido en otro caso de xenofobia en los estadios. Comenzaron a entonar el "¡uh,uh,uh", imitando sonidos simiescos, el cántico racista que los tifosi dedican a los jugadores negros en Italia. El árbitro, que suspendió el partido a los tres minutos, pidió al público que dejara de insultar o suspendía definitivamente el duelo. El partido se reanudó poco después y Eto´o marcó el gol de la victoria milanesa en una preciosa jugada individual.

Paolo Tagliavento, el árbitro del encuentro, no dudó en suspender el partido ante esos gritos racistas que soliviantaron a Eto´o, que, sobre el césped, pedía a ese grupo de espectadores que callara, que dejara de insultarle. Los colegiados italianos pueden interrumpir o suspender un encuentro por insultos racistas desde hace dos años, pero Tagliavento ha sido el primer árbitro que ha utilizado esta prerrogativa en las últimas dos campañas. La Federación Italiana dictó este protocolo después de que Mario Balotelli, del Inter, fuera insultado por los seguidores de la Juventus en Turín. Desde entonces, varios clubs han sido multados por cánticos racistas, pero nunca un colegiado había llegado tan lejos. Tagliavento paró el partido, llamó a los dos capitanes y pidió al delegado de campo que comunicara al público por los altavoces que no dudaría en suspender definitivamente el partido si continuaban los gritos simiescos. El encuentro estuvo suspendido durante tres minutos. Luego Eto´o no perdonó y marcó el gol de la victoria del Inter (m. 39). Su sexto gol en siete jornadas.

"El público comprendió el mensaje y luego solo pensó en el fútbol. La actitud del colegiado fue positiva", manifestó Rafa Benítez, el técnico del Inter. En cambio, Pierpalo Bisoli, el técnico del Cagliari, no estaba seguro de que fueran gritos racistas.