Jorge Gruart confirmó lo que ya dejaba entrever EL PERIODICO EXTREMADURA en su edición de ayer: el empresario catalán anunció en la noche del lunes a sus socios compromisarios que decidió dejar la presidencia de la UD Mérida.

Gruart tenía previsto remitir un fax anoche a la Federación Territorial Extremeña de Fútbol comunicando la dimisión en bloque de lo que queda de su junta directiva.

El siguiente paso sería convocar nuevamente, esta vez en tiempo y forma, a los socios compromisarios, pues la cita del lunes únicamente tuvo carácter informativo. "Y queremos hacer todo siguiendo el conducto reglamentario", afirma Gruart.

En dicha asamblea de socios compromisarios debe convocarse el proceso electoral y constituirse una junta gestora que sería la encargada de regir los destinos del club hasta la elección del nuevo presidente. Entonces, Jorge Gruart seguiría siendo el presidente en funciones.

OBJETIVOS A CORTO PLAZO

Hasta que su marcha sea una realidad, Gruart se marca como objetivo prioritario, una vez conseguida la permanencia en el ámbito deportivo, el de cumplir con todos los compromisos económicos adquiridos por su junta hasta el próximo 30 de junio.

En este sentido, su prioridad es la de abonar a los jugadores, técnicos y empleados del club las nóminas pendientes: abril, mayo y el 40 por ciento de la de marzo, cuyo montante global está en torno a 67.000 euros.

"Todo marcha por muy buen camino y soy optimista de cara a poder cumplir con todos los pagos pendientes", señala Gruart.

Respecto a los 522.880 euros aportados por la autodenominada plataforma empresarial desde su desembarco en el club el 3 de abril de 2001 hasta el momento de su abandono el pasado 26 de diciembre, Gruart asegura que se trata de una deuda que no debe hipotecar el futuro de la entidad. "La plataforma únicamente pretende que, ante una hipotética conversión del club en Sociedad Anónima Deportiva en el futuro, se le reconozca la deuda. Creo que es algo lógico y ya se dejó claro en la asamblea del 26 de diciembre por el vicepresidente de asuntos económicos hasta entonces", matizó Gruart.

Gruart incidió en que "ésta es la mejor forma de demostrar que no se pretende colapsar la funcionalidad y la continuidad del Mérida, que es lo que nos debe interesar a todos los buenos aficionados del Mérida", subrayó el ya presidente en funciones.

PREOCUPACION ENTRE LA AFICION

La dimisión de Gruart vuelve a sembrar de dudas el futuro del club romano y de preocupación a los sufridos aficionados emeritenses.

En el horizonte sólo suena una opción de cara a la sucesión. Se trata del retorno de Fouto a través de un hijo que es socio compromisario.

Sin embargo, Fouto insiste en supeditar su regreso al resultado de las elecciones municipales del próximo domingo. "Intentaré devolver al Mérida a Primera cuando no estén los políticos actuales", dijo el 3 de mayo de 2001 en El tirachinas de la COPE...y lo mantiene.

Si las urnas no ofrecen el resultado deseado por Fouto, el Mérida estaría en una situación delicada.

El caso es que, si realmente existe alguien interesado en asegurar el futuro del Mérida, los posibles candidatos tienen el camino expedito: permanencia conseguida y no siguen ni el presidente ni el técnico.