El futbolista Pep Guardiola, condenado por un Tribunal italiano a siete meses de prisión por consumo de nandrolona, continuará, tras el fallo, su particular cruzada por demostrar su inocencia. Guardiola fue condenado por el Tribunal de Brescia (norte de Italia) a siete meses de prisión y 2.000 euros de multa por dopaje, que no obstante no cumplirá al no tener antecedentes.

El caso del positivo del exfutbolista del Barcelona se remonta a otoño de 2002, cuando jugaba en el Brescia y dio positivo en dos controles antidopaje tras los partidos disputados contra el Piacenza y el Lazio.

El jugador, tras desvincularse en 2001 de la disciplina del Barcelona, donde militó diecisiete años, fichó por el Brescia, de la Primera División italiana, con el que debutó el 12 de octubre de ese mismo año en un partido contra el Chievo Verona.

EL DIA D En ese período con el club italiano demostró sus cualidades para controlar y dirigir el centro del campo, pero el 22 de noviembre saltó la alarma al dar positivo por uso de nandrolona, un esteroide anabolizante usado para aumentar la masa muscular de los deportistas.

El catalán, nacido el 18 de enero de 1971, fue condenado entonces por la Comisión Disciplinaria de la Liga Profesional Italiana de Fútbol con cuatro meses de suspensión por su doble positivo por nandrolona.

En noviembre de 2002, en una dramática rueda de prensa, señaló: "Soy Pep Guardiola, una máquina dice que he consumido nandrolona, pero yo sé que no lo he hecho. Antes del partido contra el Piacenza he tomado el complejo multi-vitamínico que desde hace seis o siete años me prepara el doctor Ramón Segura, mi fisiólogo de confianza".

Guardiola, que siempre ha basado su juego en el cerebro, la técnica y el gusto del balón, justificó que "se trata sólo de vitaminas, como demuestran los otros 60 test antidopaje a los que me he sometido en tantos años de carrera, todos negativos".

"Soy inocente, y lo demostraré", concluyó el capitán azulgrana en gran parte de los años 90, que ha señalado que continuará su lucha "hasta el final" por limpiar su nombre.

En ese momento inició su larga lucha por demostrar su inocencia, algo que nuevamente ha defendido tras conocer, en la misma sala, el fallo del Tribunal de Brescia. "Recurriré hasta cuando pueda. Nos divertiremos y al final demostraré que tengo razón", fueron las palabras pronunciadas ayer por el jugador del Al Ahly de Qatar.