El ex centrocampista español Pep Guardiola, ya retirado y actualmente en el cuadro técnico de las divisiones inferiores del Barcelona, ha sido absuelto por el Tribunal de Apelación de Brescia de la acusación de dopaje cuando militaba en el conjunto lombardo.

Guardiola, en primera instancia, había sido condenado a siete meses de cárcel, con la condicional, en mayo de 2005. El español había dado positivo de "nandrolona" en los controles antidopaje a que fue sometido al termino del partidos ligueros Piacenza-Brescia, el 21 de octubre de 2001, y Lazio-Brescia (5-0), del 4 de noviembre. Los abogados de Guardiola defendieron su inocencia basándose en las numerosas pruebas científicas aportadas (análisis de su masa corporal, de otros controles antidopaje posteriores, y que evidenciaban que el jugador estaba exento de culpa.

Hoy, el Tribunal de Apelación de Brescia ha absuelto Guardiola de toda culpa, bajo la fórmula de que el "hecho no subsiste", lo que, según dijo a EFE el abogado Tomaso Marchese, que representa en Italia al ex jugador español, es una "absolución muy amplia y evidencia, a falta de las motivaciones (se darán a conocer en un mes), que "Pep no se ha dopado nunca". "En la sentencia ha sido muy importante el hecho de que hemos podido demostrar que los análisis realizados por el Laboratorio Antidopaje del Comité Nacional Olímpico Italiano (CONI) no eran creíbles", añadió el abogado Marchese.

Guardiola, presente hoy en la audiencia ante el Tribunal de Apelación de Brescia, se mostró lógicamente feliz: "Finalmente tras dos años se cierra un libro. Habría podido beneficiarme de la prescripción, pero quise recurrir a la apelación para demostrar mi total inocencia", dijo Guardiola.

Por la justicia deportiva, Guardiola había sido suspendido por el Comité de Disciplina de la Liga Profesional a cuatro meses de suspensión, más una multa de 50.000 euros, sentencia que fue luego ratificada por la Comisión de Apelación de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC).