Eloy Guerrero fue tajante. Se acaba el tiempo y no quiere mentir a la afición. La situación es grave, sin ambages: "Quiero que todos sepan que el club corre el riesgo de desaparecer". Inmediantamente lanza una llamada de socorro: "Espero que tras exponer la situación a la afición y a la ciudad, haya algún empresario que decida colaborar con el club. Me conformo con que haya uno dispuesto a participar conmigo al 50 por ciento y sacar al club adelante". En caso contrario, advierte, "me marcho". Asegura que el dinero no será un obstáculo. "Estoy dispuesto casi a regalar las acciones".