La situación del Forma Cáceres 2016, transcurrida la primera parte del campeonato, dista mucho de ser la que se aventuraba tras los fichajes realizados durante el verano. Antepenúltimo en la tabla, está metido de lleno en los puestos de descenso. La situación, pese a ser preocupante, es absolutamente reversible y tanto la plantilla como, sobre todo, el técnico están convencidos de reconducir la situación. Tanto es así que el máximo responsable de la plantilla se atreve a adelantar que el club llegará a las últimas cinco jornadas de Liga con los deberes hechos.

--Perdone el tópico, pero el balance hasta ahora no puede ser positivo...

--Evidentemente. Hay que decir que es bastante negativo. Es algo que no esperábamos al inicio de temporada. Soy plenamente consciente de que el equipo no está cumpliendo las expectativas que todos nos habíamos marcado antes de empezar la liga, cuando estábamos confeccionando el equipo. Yo soy el máximo culpable, como máximo responsable técnico, al igual que lo son los jugadores que son los que salen a la pista. En el caso de la directiva, ellos querían estar a la altura de los apoyos tanto económicos como sociales que había tenido el club y, en ese sentido, todos nos hemos puesto mucha presión desde el principio.

--¿Cuáles han sido los inconvenientes fundamentales que han llevado a esta situación al equipo?

--Cuando se vive una situación como la nuestra no hay un problema único, sino varios. Uno de ellos han sido las repetidas lesiones. Nunca hemos podido disponer de la plantilla para entrenar al cien por cien. Sobre todo, en el caso de Thiago y Cassio, que han estado jugando sin haber podido entrenar con normalidad durante la semana. También hemos tenido problemas para que el equipo asimile las nuevas ideas de un entrenador nuevo, para que una plantilla muy remozada se acople, para adaptarnos a la nueva categoría...

--¿Quizá el presidente fue demasiado optimista o ambicioso cuando en verano declaraba que el Forma tenía equipo para lograr el ascenso, cuando todavía no se habían estrenado en la División de Plata?

--Bueno, cuando yo firmé por este equipo, lo que se me transmitió era que el objetivo principal era mantenerse en una zona tranquila sin renunciar a nada. Luego los fichajes que se fueron consiguiendo nos hicieron pensar que podíamos aspirar a más. Esto nos llevó a transmitir a la masa social la ilusión porque se estaba conformando un equipo con posibilidades de ascenso.

--En la actual situación, eso se les habrá ido definitivamente de la cabeza...

--Claro. El objetivo ahora es salvarse, conseguirlo cuanto antes los puntos que necesitamos para lograrlo. Los play offs están muy lejos y sería ofensivo decir a la gente que puede conseguirse.

--Olvidado el ascenso, ¿se muestra confiado en mantener la categoría?

--Totalmente confiado. Ni a mí ni a mis jugadores se nos pasa por la cabeza el descenso de categoría. Estoy plenamente convencido de que el objetivo se va a lograr visto el nivel del resto de equipos. Ni siquiera vamos a llegar a las últimas cinco jornadas con la premura de tener que conseguir los puntos. Lograremos la salvación antes.

--Fermín Naranjo, presidente del club, dijo antes de las vacaciones que no sabía si la culpa de la situación era del entrenador, pero que, en caso de que así fuese, tampoco podría echarle puesto que la situación económica del club no se lo podría permitir...

--Entiendo que la directiva no quiera hipotecar al club con maniobras que no sean las más acertadas. Ellos tienen todo el derecho a pensar en las posibles soluciones, pero yo quiero darle la razón al presidente por mantenerme en el puesto. Eso hay que tenerlo claro. El que puede y debe hacer cosas para sacar al equipo de esta situación soy yo. En ese sentido, soy muy autocrítico y tras cada derrota no paro de darle vueltas a las cosas que podían haberse hecho mejor.

--¿Avista como técnico alguna solución a corto plazo?

--Tenemos que quitarnos algo de presión de encima. Esto, pienso, nos ha tenido un poco agarrotados durante esta primera parte del campeonato. Pero, ojo, esa presión no nos la ha traspasado nadie; es una presión que nos hemos puesto nosotros mismos. Esto ha provocado que lo que podría haber sido un problemilla se ha convertido en un problemón. Necesitamos liberarnos, relajarnos un poco y lograr sumar un triunfo en nuestro próximo partido tras las vacaciones navideñas. Dos o tres triunfos consecutivos reforzarían nuestra moral.