Tras sumar su primera victoria de la temporada el pasado domingo, el Badajoz viaja hoy a Marbella en busca de la segunda en un compromiso, el de mañana (12.00 horas), que tendrá que afrontar con bastantes bajas. A la ya conocida de Diakité, se suman Guzmán y Fran Morante, tocados tras el partido del Córdoba, y Esteban Salazar, que se ha lesionado durante una de las sesiones de trabajo semanal. Además, Joaqui Flores sigue siendo baja por sanción. A pesar de ello, el técnico Juan Marrero se muestra optimista: «Tenemos gente suficiente para tener alternativas totalmente competitivas». El preparador reconoció ayer durante la tradicional previa de los viernes que la resiembra del césped del Nuevo Vivero ha supuesto un hándicap de cara a los entrenamientos.

«La lesión de Guzmán es debido a su corazón, siente el Badajoz y el domingo quiso arriesgar. Otro jugador quizás se hubiese parado, pero el quiso estar ahí y para mí es un lujo tenerlo», explicó Marrero, que reconoció que la lesión de Morante «es una lástima porque nos da alternativas al ser un central derecho, estamos jugando con dos centrales izquierdos y eso tiene su problemática».