Cuando todo sale a la perfección desde la primera curva y el coche va bien durante las 78 vueltas, la sensación es de plenitud. Pocas veces se completan carreras tan redondas. Por eso, Fernando Alonso se sintió ayer muy feliz. "Ha sido una de las carreras en que más he disfrutado en mi vida". Esta vez sí regó de champán a su compañero Lewis Hamilton tras recoger la copa de vencedor en Mónaco, la segunda que le entrega el príncipe Alberto. Su joven rival inglés le preocupa menos si sigue este camino: "Si cada cinco carreras consigo 38 puntos, voy a ganar el Mundial. Ese es el cálculo", resolvió. Y lo mejor está por venir: "Lo positivo es que, en estas cinco primeras carreras, estamos muy fuertes, pero lo mejor en teoría tendría que llegar en las últimas seis o siete carreras. Así que, serenidad, pues piano, piano si va lontano".

SIN ARRIESGAR La primera curva no era trascendente. Los dos pilotos de McLaren sabían que debían pasarla sin incidentes. La victoria tendría que jugársela en una crono individual que podía decidirse en los repostajes. Y en ese terreno Alonso fue letal. "Intenté abrir hueco tras la salida a pesar de que sufrí grainning en los neumáticos antes del primer repostaje". No fue la única dificultad de Alonso. Cuando ya disponía de una ventaja importante sobre Hamilton, "me encontré con Trulli y no pude doblarlo en dos vueltas. Es increible porque perdí seis segundos en esas dos vueltas".

La proximidad de Hamilton tras la segunda parada resultó ficticia. Tras salir de boxes por segunda vez "no tomé riesgos e intenté conservar al máximo los neumáticos. Sabía que si no pasaba nada extraordinario o raro, no me podían adelantar". Desde esa privilegiada posición, Alonso se vio ganador en la vuelta 51, después de la segunda parada porque antes, explicó, "la entrada del coche de seguridad podía dar un vuelco a la carrera".

Por su parte, Ron Dennis intentó explicar la estrategia de sus pilotos por si "salía el coche de seguridad". "Ha sucedido cuatro veces en los cinco últimos años. Así nos asegurábamos la victoria. Como no ocurrió nada en las primeras vueltas, decidimos pasar a Hamilton de una estrategia de una parada a dos, con lo que podía ir más rápido, y al mismo tiempo pedimos a los pilotos que bajaran el ritmo para conservar los frenos", explicó el director de McLaren, al que contradicen los datos. Si Hamilton hubiera llevado tanta gasolina, hubiera empleado mucho menos que Alonso en el primer repostaje, cosa que ocurrió.