Alberto García, el mejor fondista de raza blanca en la actualidad, recibió un beso de su ídolo, el etíope Haile Gebreselassie, después de ser derrotado por el africano en los 3.000 metros.

Un beso en la pista y un abrazo al abandonarla, ante los periodistas españoles, sellaron la amistad de dos atletas de 1,64 centímetros de estatura que se batieron con nobleza a lo largo de 15 vueltas en el National Indoor Arena de Birmingham.

"Ha estado muy fuerte", dijo Gebre en alusión a García, que pidió a los periodistas que le dijeran al triple campeón olímpico que siempre había sido su ídolo. La medalla de plata en los Mundiales en sala corona una temporada de invierno excepcional para el africano de Vallecas .