Era cuestión de tiempo que Lewis Hamilton alcanzara su primera victoria. Llegó en su sexto gran premio en F-1 para hacer más rutilante el año de su debut y encumbrarle al liderato del Mundial. Y la victoria se produjo en un día aciago para Fernando Alonso. Se salió cuatro veces de la pista y las entradas del coche de seguridad le crucificaron hasta el punto de que sufrió una sanción y acabó perdiendo la sexta posición con Takuma Sato a tres vueltas del final. El duelo entre los dos McLaren finalizó con el inglés bañado en champán y español rumiando su mala fortuna.

El mano a mano duró poco, 100 metros, los que separan los semáforos de la primera curva. Alonso atacó por fuera a Hamilton, se pasó de frenada, se fue a la hierba y regresó a pista por detrás de su compañero. Esa es la forma de actuar del bicampeón, siempre agresivo, siempre con la victoria en su cabeza.

Hamilton marcó un ritmo infernal y Alonso se vio taponado por Nick Heidfeld. El plan 1 se había ido al garete. Era el momento del plan dos: rebajar el límite de giro del motor y ahorrar gasolina para repostar después de Heidfeld y, sobre todo, de Hamilton, a pesar de haber cargado menos gasolina que el inglés. Con esa estrategia podía librarse de Heidfeld en la primera parada e ir a por Hamilton en la segunda.

Sanción esperada

Mantener el ritmo de Heidfeld con el motor capado le costó un susto en la vuelta 14 --se fue largo en la frenada de L´Epingle-- y cinco vueltas después repitió salida de pista en la primera curva. Esta vez fue rebasado por Felipe Massa.

La suerte acabó de castigar al español cuando el coche de seguridad entró por primera vez en pista: Hamilton y Heidfeld ya habían repostado, y Alonso, que alargaba su tanda al máximo, ya no tenía un gramo más en el depósito. No le quedó otra solución que entrar a cargar gasolina aún sabiendo que sería penalizado con una parada en boxes de 10 segundos. Como así fue.

Hamilton y Heidfeld se habían librado del caos que se originó por detrás. El inglés solo tenía que mantener a raya al alemán Coser y cantar.

Tras cumplir la penalización, Alonso regresó a pista en el puesto 12 y comenzó una remontada que a punto estuvo de llevarle al podio y minimizar los daños. Adelantó a Alexander Wurz, Rubens Barrichello, Ralf Schumacher, Christian Albers, Heikki Kovalainen y se colocó a la estela de Kimi Raikkonen en la octava plaza en una remontada que le llevó a marcar incluso la vuelta rápida en carrera.

Alonso presionaba a Raikkonen con posibilidades de adelantarle y ser cuarto, una posición que se hubiese dado por buena, visto lo visto. Y, de nuevo, justo antes de su repostaje, entró el segundo coche de seguridad. De nuevo justo después de realizar la parada Hamilton y Heidfeld. "No he tenido nada de suerte y mi compañero la ha tenido toda", reconoció Alonso.

El bicampeón superó a Raikkonen en la misma calle de boxes y los comisarios decidieron entonces mostrar la bandera negra a Felipe Massa y Giancarlo Fisichella por salir del primer repostaje con el semáforo rojo en la primera parada. En ese momento rodaban en la cuarta y quinta posición.

Alonso era quinto cuando por cuarta vez se pasó de nuevo de frenada, por tercera vez, en la primera curva, con sus neumáticos destrozados por el grainning . "No pude hacer nada para que Sato no me adelantara".Incluso el secundario Alexander Wurz alcanzó el podio para disfrutar del champán con Heidfeld y un pletórico Hamilton.

"Presioné hasta el final porque no quería un error de falta de concentración",