Hamilton triunfa en casa y Alonso termina sexto

En uno de los Grandes Premios más complicados que se recuerdan, con numerosos accidentes y salidas de pista, Alonso se mostró como uno de los más regulares, amoldándose bastante bien a las adversidades, y luchando hasta el último momento por el podio, aunque finalmente fue sexto. Preciosa fue la batalla librada al final ante Raikkonen y sobretodo Kovalainen, pero la diferencia de coches se acabó imponiendo y el asturiano no pudo más que ceder, pese a que defendió su plaza con todo.

Salida complicada

La salida fue de las más problemáticas que se recuerdan. Sobre una pista completamente mojada, el único que supo adaptarse fue Hamilton, quien pasó de la cuarta a la segunda plaza en la primera curva, y a punto estuvo de arrebatarle el liderato a su compañero de equipo. Mientras, Alonso cedía una posición en favor de Piquet.

Peor fueron las noticias para Webber y Massa. El primero, que salía desde la segunda posición, dio un trompo y se vio relegado a la última plaza antes de finalizar la primera vuelta; el brasileño, por su parte, vivió exactamente lo mismo, y también tuvo que irse a la cola. Poco después cometería otro error que ya le descartaría definitivamente de la lucha por las primeras posiciones. Mientras, Vettel y Coulthard tuvieron aún peor suerte, y tuvieron que abandonar la carrera.

Hamilton lanzó diversos ataques a Kovalainen hasta que, en la vuelta 4, consiguió adelantarle. Sin duda, era un gran movimiento del británico, quien además de situarse líder conseguía poner a su compañero de equipo de "tapón" de Raikkonen; sin embargo, el finlandés cometió un error muy poco después y cedió esa segunda plaza en favor del Ferrari.

Por detrás, Alonso rebasaba a Heidfeld con una facilidad inusitada, colocándose cuarto, y se ponía a marcar vueltas rápidas, impulsado por la lluvia. Sin embargo, ésta fue remitiendo y, a la vez, el Renault iba cediendo terreno con los tres de delante, pese a que en un momento se había situado a la estela de Kovalainen.

Error en el primer repostaje

Precisamente, el finlandés de McLaren fue el primero en pasar por el pit lane, mientras que Alonso lo hizo a la vuelta siguiente. Una vez más, la mala suerte se cebó con el asturiano. La escudería optó por mantener los neumáticos, en lo que a priori parecía una buena decisión, pero pocos minutos después se inició una nueva tromba de agua, lo que se resintió en sus tiempos, y mucho. En breve le adelantaba Heidfeld, y se iba distanciando a pasos de gigante de todos los de arriba.

Exactamente lo mismo le pasó a Raikkonen, quien en esos minutos se despidió de la victoria después de que le adelantaran Kovalainen y Heidfeld, colocándose el alemán como segundo. Sin duda, el más beneficiado de esta circunstancia fue Hamilton, quien terminó de poner tierra de por medio, y ya sería inalcanzable.

Dada la situación, Renault decidió cambiar la estrategia. Alonso volvió a parar en boxes, y, además de tocarle el alerón, le llenaron el depósito, con lo que iba a ir a "una parada", es decir, aguantaría así hasta el final. Sin duda, un Safety Car le hubiese dado opciones a todo, pero no estaba la suerte para intervenir en una carrera controlada por el "hijo pródigo".

A partir de este momento la tromba de agua fue impresionante, lo que demuestra la calidad y el coraje de todos y cada uno de los pilotos. Los abandonos se fueron sucediendo, empezando por Piquet y siguiendo por Kubica, cuando ambos estaban realizando una fantástica carrera. Precisamente, en la salida del BMW se vio la diferencia respecto a los Ferrari: en el primer "error" del polaco, se fue fuera y le resultó imposible continuar, mientras que tanto Massa como Raikkonen habían vivido cuatro y tres salidas, respectivamente, y en todas habían logrado enderezar la marcha. Una lástima para Kubica, que veía cómo iba a quedarse sin puntuar.

Alonso lo intenta hasta el final

Entre los abandonos y las segundas paradas del resto de pilotos, Fernando Alonso fue ascendiendo posiciones, llegando a colocarse cuarto, siendo Trulli, por entonces tercero, el rival. Pero en esas apareció Barrichello de la nada, y, siendo el único que había apostado por neumáticos de lluvia extrema, se puso a adelantar a diestro y siniestro, con una superioridad pasmosa, que le llevó hasta la segunda posición. Luego tuvo que hacer otra parada, obvio, pero la diferencia lograda fue tanta, que ya nadie le arrebataría la tercera plaza.

Por detrás, la lucha entre Raikkonen, Kovalainen y Alonso fue apoteósica. El de Renault trató de ir defendiendo esa cuarta plaza, pero la superioridad del Ferrari y del McLaren fue tal que, por muy bien que se defendiese, resultó imposible aguantar. Finalmente, cedió esas dos plazas para terminar sexto, por delante de Trulli y Nakajima.

Hamilton, eufórico

Lewis Hamilton mostró hoy una actitud cuando menos sorprendente, puesto que cuando iba primero con una gran diferencia, y con la pista mojada, continuó marcando los mejores registros y doblando a todos. Se ve que la espina clavada que tenía el británico era tan profunda que sólo podía sanarla una victoria lo más aplastante posible. Y así le salió. No hay duda de que hoy Hamilton dio un auténtico recital, y lo logrado bajo lluvia fue algo épico. Por fin, reinaba en casa.

Con todo, la jornada le fue más que propicio. El de McLaren se sitúa líder aunque, eso sí, empatado con Massa y Raikkonen, los tres con 48 puntos. A sólo 2 se encuentra Kubica, pese a su cero de hoy, mientras que el siguiente clasificado, ya algo más alejado, es Heidfeld, a 12 puntos. Fernando Alonso continúa noveno, ahora con trece puntos.

La próxima cita será en Alemania, el 20 de este mes. De ahí saldrá el líder en solitario.