REAL MADRID: (15+18+20+19) Bennett (22), Herreros (12), Stojic (-), Burke (4), Kambala (19) -cinco inicial-, Fotsis (10), Mumbrú (5), Bueno (-), Núñez (-) y Victoriano (-).

HAPOEL JERUSALEN: (15+22+31+25): Solomon (15), Sheffer (15), McCarty (22), Awojobi (12), Kozikaro (7) -cinco inicial-, Muchtari (-), Limonad (-), Mizrahi (8) y Katz (4).

ARBITROS: Rems (SLO), Tsanidis (GRE) y Colucci (ITA). Excluyeron por personales a Kambala (m.37) y Mizrahi (m.38).

INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a la final de la Copa ULEB. El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, en el palco.

La Copa ULEB acabó para el Real Madrid en Bélgica en medio de una terrible decepción, sin título, sin pasaporte para la próxima Euroliga y con la dolorosa espina de haber disputado un mal partido y haberlo entregado, además, a un debutante en estas citas continentales, el Hapoel Jerusalén israelí, que ganó el primer entorchado europeo de su existencia y ascendió al paraíso con todo merecimiento.

Los madridistas tardaron en entrar en ambiente frente a una grada dominada de largo por la afición israelí. El primer cuarto acabó 15-15, pero a partir de ahí el Hapoel dominó claramente, pese a que Sheffer y Will Solomon se cargaban de faltas. Una brecha de nueve puntos (15-24) lanzó el primer aviso a los blancos. La ansiedad empezaba a dejarse notar en un bloque empeñado en lanzar triples, sin éxito.

Una leve reacción antes del descanso devolvió a los blancos al encuentro (33-37), pero resultó un espejismo. McCarty anotó trece puntos en menos de siete minutos y abrió un abismo (43-58, min. 27) sin el menor atisbo de reacción por parte española. Más bien, al revés. El hundimiento asomaba a la vuelta de la esquina. Kambala y Bennett sostenían la nave a duras penas.

IMPOSIBLE El Hapoel jugaba desbocado, lanzado a por el primer título continental de su historia. A falta de siete minutos, el hueco se había recortado (63-70), pero eliminación de Kambala arrojó otro oscuro nubarrón de sombra sobre el Madrid, acosado por el cronómetro a cada instante. Un resbalón en penetración de Bennett con 72-77 y 38:8 segundos por disputarse sellaron la defenestración definitiva del Madrid y abrieron las puertas del cielo al Hapoel.