El Cáceres 2016 decreta silenzio stampa sobre la rescisión de contrato de Harper Williams, anunciada el sábado pero conocida por todos desde hace un mes. Sin embargo, al club no le bastará con decir que no volverá a hablar sobre su ya exjugador para terminar con su caso . Williams diseña, en colaboración con su agencia de representación, su estrategia para, presumiblemente, llevar a la entidad a los tribunales para reclamar todo el dinero que tiene firmado, unos 100.000 dólares (80.000 euros).

Ayer por la tarde, mientras que sus compañeros volvían a los entrenamientos tras la derrota del viernes ante el Clínicas Rincón, Williams hablaba con este diario y aplazaba sus declaraciones públicas al transcurso de esta semana, después de que sus representantes emitan una nota --presumiblemente hoy-- dando su versión sobre el asunto.

Resulta palpable el desacuerdo entre las partes y todo parece encaminado a que resuelva la Justicia si no hay un giro en las escasas negociaciones que se han producido hasta ahora. El club sigue pensando que el despido no le costará un euro apelando al reglamiento de régimen interno y asume ya que es muy probable que va a enemistarse con una de las agencias que controlan el mercado de jugadores, U1st Sports, dirigida por Regino Olivares, y que también lleva los asuntos de Rod Brown, Lucio Angulo y Tomás Bellas.

EL ENFADO DE MOSS Mientras intenta cerrar el capítulo de Williams, al Cáceres 2016 se le ha podido abrir otro problema con un norteamericano. En el choque del pasado viernes, el entrenador, Manuel Hurtado, sustituyó mediado el tercer cuarto a Adrian Moss, que había salido a pista poco antes y aparentemente había desobedecido una orden respecto a los emparejamientos defensivos. El jugador exteriorizó que no entendía el cambio, lo que generó una situación tensa ya en el banquillo. No volvería a saltar a la cancha y se desconoce si ahora se tomará alguna medida por lo que a muchos les pareció un acto de indisciplina.

El equipo entrenó por la tarde en el inicio de una semana larga, ya que el choque correspondiente a la octava jornada de la Liga LEB Oro no será hasta el domingo por la mañana (12.30 horas). El rival es el líder, un Lucentum Alicante que no ha perdido ningún partido y se confirma como máximo candidato para lograr el ascenso directo al final de la liga regular. Los cacereños intentarán recomponer ideas después de la última derrota para afrontar un choque en el que, en teoría, acudirán con mucho que ganar y poco que perder. La presión volverá en la siguiente jornada en la visita del Mallorca al Multiusos.