Hay, o había, poca gente en el Cacereño capaz de suscitar tantas muestras de cariño como Rubén Palero. El eterno capitán, uno di noi , se ha ido, cansado de esperar una propuesta en firme del club. Ha aguantado todo el mes de junio, pero la espera se ha hecho insostenible y ha tenido que tomar la decisión "que nunca me hubiera gustado que llegara". El miércoles por la tarde saltaron las alarmas y ayer fue él mismo el que se despidió a través de las redes sociales. "Tras una temporada dura he decidido cerrar un ciclo, cambiar de aires buscando nuevos retos".

La actividad en el Cacereño sigue siendo mínima y el capitán, como otros jugadores, necesita empezar a aclarar su futuro. Son muchos los que están en una situación parecida. Aarón y Vargas tienen contrato, pero parece difícil que en Tercera se les pueda mantener la misma ficha que en Segunda B. Otros jugadores interesan para el nuevo proyecto, como Gonzalo, Mansilla o David Cuerva, pero los días avanzan y el CPC continúa sin aclarar su futuro. En estos días Antonio Martínez Doblas, máximo accionista del club, negocia con un grupo inversor que permitiría hacer un equipo más fuerte que pelee por el ascenso. Pero sigue sin haber avances.

Ocho temporadas ha estado Rubén Palero en el Cacereño. Llegó con el equipo en Tercera y en su primer año consiguió el ascenso en La Palma ante el Tenisca. Desde entonces ha crecido junto al CPC y aunque ha sido tentado en múltiples ocasiones --llegó incluso a tener una oferta para marcharse al fútbol inglés--, siempre ha optado por seguir vistiendo la camiseta verde. Hasta ahora.

"Llegué a Cáceres siendo casi un niño y desde el primer día me habéis hecho sentir como en mi casa", escribía ayer Palero, me mostró su agradecimiento a todos, a Doblas, a los directivos, a los diferentes entrenadores que ha conocido y a sus compañeros. "Siento un enorme cariño por todos ellos".

Mención especial tuvo para la afición: "Permitidme que me ponga de pie porque quiero dar las gracias, sobre todo,a la afición del Cacereño, por el inmenso cariño, apoyo y fuerza que me habéis transmitido todos estos años. No puedo describir con palabras lo que me habéis hecho sentir día a día, domingo a domingo, siendo clave vuestro apoyo para que mi estancia aquí fuera de tantos años".

"Ha sido un honor vestir esta camiseta y defender este escudo", añadió Palero, que se despidió asegurando que siempre llevará al Cacereño en el corazón. "Lo quise, lo quiero y lo querré el resto de mis días".

La muestras de cariño a Palero se multiplicaron ayer en las redes sociales, donde los aficionados verdes le agradecieron su fidelidad y su entrega al Cacereño. "Un pedacito de nosotros se va contigo", apuntó el club en su Twitter oficial.

Mientras tanto, en la entidad siguen trabajando para empezar a configurar el equipo cuanto antes.