Mientras Rudy se entretenía anoche pacientemente en cortar las redes de la canasta, Pau Gasol rompía a llorar, agarrado a una pelota. Era la pelota de la final. Era su pelota. La tenía Pau guardado en su mano izquierda, escondida bajo su inacabable cuerpo, junto a ese dedo índice, el que se rompió en un entrenamiento previo de la concentración de San Fernando. Tuvo que ser operado. Entonces, Pau pensó que no llegaría a tiempo. Pero llegó para guiar a España a un triunfo de ensueño, digno de una leyenda.

"Es maravilloso, no se puede pedir más. Este equipo se lo merece por todo. Por su calidad humana, que es maravillosa, por su calidad deportiva y, sobre todo, porque ha trabajado para conseguir la medalla que soñábamos. Hemos hecho algo increíble", proclamó ayer Pau Gasol, con las señales de las lágrimas todavía evidentes en sus ojos. "Esto es una experiencia de la vida que hay que saborear al máximo. Tardamos dos años en lograr esta medalla tan preciada", añadió la estrella de los Lakers. Mientras él hablaba, Ricky Rubio lloraba en la grada, abrazado a sus padres.

"LAS PASAMOS CANUTAS" Todas esas lágrimas evocaban la dificultad que sufrió España en su camino hacia la cima. "Las hemos pasado canutas, Muy canutas", recordó Sergio Llull, el base del Madrid.

Poco a poco, ascendiendo desde la mediocridad inicial hasta la excelencia final, España tocó el cielo. "Solo os puedo decir una cosa. Gracias", les comentó José Luis Saez, el presidente de la Federación Española. "Lo importante no es cómo se empieza el torneo sino cómo se acaba. Esto es una pasada. Si conseguimos el uno por ciento de lo que ha hecho la generación del 80 estaremos contentos", dijo luego Ricky Rubio.

Ayer, subía al podio de Katowice, para adueñarse del oro europeo. "Ha sido algo espectacular, sensacional", admitió un emocionado Ricky. ¡Qué decir del año de Pau! Anillo de la NBA con los Lakers y oro con España, además de ser elegido el mejor jugador del torneo y figurar, al igual que Rudy, en el quinteto ideal. "Mi año ha sido alucinante. Estoy eufórico", contó el mayor de los Gasol. "Intentamos ganar el oro sin bajar del autocar, sabíamos que éramos los favoritos. Nos lo debíamos a nosotros", dijo Alex Mumbrú, el nuevo jugador del Bilbao Basket.

"Pensábamos que con el talento nos valía para ganar. No sufríamos todo lo que había que sufrir. Pero este grupo demostró que no se cansa de ganar. Mira a Pau. Llegó reventado de la NBA y ha estado como un campeón dando el callo", subrayó Garbajosa. "Estábamos donde soñabamos estar en el mes de julio cuando nos encontramos, ha sido como conducir un Ferrari para mí", confesó Sergio Scariolo. Hoy, charlarán con José Luis Rodríguez Zapatero, el presidente del Gobierno, y luego irán a La Cibeles.