El italiano Filippo Simeoni, del Domina Vacanze, se apuntó la victoria en la decimonovena etapa de la Vuelta disputada en la sierra madrileña, donde Roberto Heras atacó en Navacerrada para ponerse segundo en la general y el líder, Isidro Nozal, pasó un calvario para mantener el maillot oro.

En la penúltima oportunidad en la batalla por el podio, Heras se jugó el pleno en el ascenso a Navacerrada, consiguió descolgar al líder y tras un vertiginoso descenso sacó una renta de 1.14 respecto a Nozal y el hasta entonces segundo clasificado Igor González, ahora tercero.

La general mantuvo a Nozal arriba aún con 1.55 respecto al jefe de filas del US Postal, una diferencia que permite mantener el interés de la Vuelta hasta la contrarreloj de hoy en Abantos.

NOZAL, BIEN ARROPADO

El líder del ONCE Eroski aguantó con la ayuda de varios compañeros, pero la sensación de flojedad en el puerto madrileño instala la duda en la antesala del duelo final. El maillot oro sabía que iba a sufrir en la sierra de Madrid, tal vez presionado por tantos días de competición bajo los focos, pero la herida no fue tan grande como las flojas prestaciones que exhibió en un puerto de primera y 11 kilómetros de ascenso como Navacerrada.

"Aún tengo margen para mantener el maillot oro", dijo Nozal, mientras que Heras aseguraba que "normalmente no se deberían recortar dos minutos en la crono, pero no me conformo con el segundo lugar. Alguno puede pagar mañana --por hoy-- esta paliza".

En pleno desarrollo de la pelea entre los favoritos, Filippo Simeoni, el corredor que ya ganara en Cuenca en 2001 entrando en meta con la bicicleta alzada con las dos manos, se proclamaba vencedor al esprint por delante de su compañero de fuga, el danés del Milaneza Klaus Moller, ambos con un tiempo de 3 horas 51 minutos y 18 segundos.