Son hijos del mismo padre y diferente madre alemana, nacieron en Berlín, disputan el Mundial y tienen doble nacionalidad: alemana y ghanesa. Esos son los puntos en común. Luego les separan mil cosas, sobre todo desde el 15 de mayo, día en el que Kevin-Prince Boateng, del Portsmouth, destrozó el tobillo de Michael Ballack en la final de la Copa de Inglaterra ante el Chelsea. Esa durísima entrada dejó sin Mundial al capitán germano y convirtió a Kevin en el enemigo número uno. Hoy se enfrentará a Alemania, donde juega su hermano Jerome, también protagonista desde aquel partido.

La tricampeona del mundo, que se juega la continuidad en el torneo (20.30 horas, Cuatro), quiere abstraerse de esa polémica, pero es complicado. Todo el mundo habla del duelo fraternal, que podría ser el primero en un Mundial, aunque Jerome no será titular. Toda la presión recae sobre Kevin.

Infancia complicada

Pero el polémico jugador está acostumbrado a convivir con las dificultades. Prince Boateng, el padre de ambos futbolistas, llegó a Alemania en 1981. Jugó en la Liga regional del país y en marzo de 1987 nació Kevin, fruto de la relación con la alemana Christina. Un mes después, la pareja se separó y el hombre acabó con otra mujer, la madre de Jerome, que nació en septiembre de 1988. Cuando el jugador tenía 5 años, el padre dejó el hogar y cada uno de sus hijos creció en un ambiente distinto.

Mientras Jerome, jugador del Hamburgo que ha fichado por el Manchester City, se educaba en un barrio burgués cercano a la capital, Kevin-Prince evolucionó en otro mundo, en el distrito de Wedding, famoso por el desempleo, la inmigración y la pobreza. "En ese barrio solo había tres caminos: o eras pandillero, o traficabas drogas o eras futbolista". Eligió la tercera vía, pero su carrera siempre mantuvo ese carácter agresivo. Se formó, como su hermano, en la cantera del Hertha y jugó en todas las categorías inferiores de Alemania, pero Joachim Low no contaba con él y en el 2009 aceptó jugar con Ghana.

La brutal entrada Ballack fue muy criticada por su hermano. "Merecía la roja, fue una entrada violenta", dijo Jerome. "Cada uno tiene su familia. Tú la tuya y yo la mía", le respondió Kevin. "Sigue siendo mi hermano, pero me da igual lo que le pase. No tengo ningún contacto con él", remató el defensa de Alemania.

Tremenda polémica

Sus compañeros de selección definen a Jerome como un tipo tranquilo y tímido. Kevin, mucho más extrovertido, es padre de un hijo y ha tenido problemas de disciplina en sus cuatro equipos (Hertha, Tottenham, Dortmund y Portsmouth).

El centrocampista de Ghana será hoy el centro de todas las miradas. El agente de Ballack amenazó incluso con llevarle a los tribunales después de la entrada al astro del Chelsea.

Ghana (4 puntos) y Alemania (3) se la juegan. El que gane será campeón de grupo, pero el que pierda quedará casi seguro fuera. Ambos estarán pendientes también de lo que suceda a la misma hora en el choque entre Serbia (3) y Australia (1), también con todas las opciones abiertas para los dos.