Cuando nadie sabía qué era ganar medallas olímpicas en España, llegó al panorama de la superélite Herminio Menéndez Rodríguez (Candás, Asturias, 20-12-1953). En Montreal (1976), una de plata. En Moscú 1980, otras dos preseas. Solamente Arantxa Sánchez Vicario tiene más que él.

Aquel piragüista que hizo historia para el deporte nacional está a punto de ser confirmado como nuevo director general del Cacereño, al que llegaría como sustituto del portugués José Almeida, de quien desde el club aseguran que seguirá colaborando. Durante el fin de semana, se ha alojado en un hotel local y ha asistido al partido ante el Almería B desde el palco. Cercano, aparentemente discreto, este periódico compartió unas horas con él mientras meditaba qué hacer.

Antonio Martínez Doblas, máximo accionista del club, y Angel Marcos, consejero delegado, que le conocen desde hace años, están a la espera de la respuesta definitiva.

Las sensaciones son buenas. "En este club hace falta gestión", llegó a decir el propio Menéndez. El expiragüista no es solamente historia viva del deporte nacional. Es bastante más que eso. El último hombre que portó la antorcha olímpica en los Juegos de Barcelona 92 ha sido director general del Sporting de Gijón, pero también lo ha sido del Sevilla. Del mismo modo coloboró en su día decisivamente en la Ley del Deporte de 1989 de tintes tan aparentemente revolucionarios.

¿Aceptará el reto de cambiar la imagen y la estructura del Cacereño Herminio Menéndez? Aparentemente así será, aunque la noticia no se ha hecho oficial aún. Al menos, currículum y experiencia no faltarían.