El Barça no quiere quedarse sin Touré Yaya en un momento crucial de la temporada y el jugador no quiere perderse esta fase decisiva, sobre todo los cuartos de final de la Liga de Campeones. El club y el mediocentro marfileño dieron ayer marcha atrás en la decisión consensuada que se había tomado el lunes de resolver sus problemas en la espalda pasando por el quirófano.

Finalmente, los servicios médicos han optado por aplicar un tratamiento más conservador de la hernia discal que sufre, con la esperanza de eludir una intervención quirúrgica que le mantendría de baja entre cuatro y seis semanas. Pero esa amenaza sigue sin despejarse del todo.

"Tenía mucho dolor, pero es un momento muy importante. No me opero porque el club tiene muchos lesionados. Cuando acabe la temporada, es posible que pueda operarme", declaró ayer el jugador a Ona FM. Touré explicó que ha decidido sacrificarse porque hay jugadores como Messi, Márquez y Deco que no están en perfectas condiciones, y que había hablado con Rijkaard para informarle de que está dispuesto a seguir jugando.

Pero la presencia del marfileño en el equipo depende de la reacción de su cuerpo a esta terapia, que se inició ayer mismo con una primera infiltración.