Juan Carlos Higuero, Roberto Parra y Reyes Estévez disputarán mañana, la final mundialista de 1.500 metros pero la salida de éste último en camilla, después de perder una zapatilla mediada la prueba, dibuja un interrogante sobre su rendimiento en la carrera decisiva. El pisotón de un adversario cuando sólo había recorrido 700 metros dejó a Estévez sin la zapatilla izquierda y con un pie descalzo hubo de sostener un angustioso esprint en busca de la final.

Estévez había terminado mareado y con décimas de fiebre su serie, el pasado sábado, y durante dos días padeció un resfriado. Los españoles cumplieron al meterse en la final, aunque la exhibición de fuerza desplegada por el marroquí Hicham El Guerruj y el francés Mehdi Baala, campeón de Europa, presentan un panorama temible.

Cora Olivero, la atleta de origen argentino enrolada en el Universidad de Salamanca, no tuvo la menor opción en semifinales de 400 metros vallas. Cerró la intervención española Glory Alozie, segunda en la tercera serie con 12.83, por detrás de la estadounidense Jenny Adams, y clasificada para las semifinales de hoy.

COLLINS VENCE EN EL 100

Kim Collins, un velocista de 27 años nacido en San Cristóbal y Nieves, abanderó en la final de 100 metros una inesperada revolución que dejó fuera del podio a los colosos estadounidenses. Tim Montgomery sólo pudo ser sexto y Maurice Greene no pudo ni meterse en la final, ya que sufrió un tirón durante las semifinales.

Mientras, el británico Jonathan Edwards, primer hombre que rompió el muro de los 18 metros en el triple salto y campeón olímpico y plusmarquista mundial, tuvo una triste despedida del atletismo. No pasó de 16,31 y ya no pudo seguir saltando. El sueco Christian Olsson obtuvo el título. La rusa Svetlana Feofanova se impuso en pértiga y el bielorruso Ivan Tijonov en martillo.