Las horas previas al encuentro en las calles de Moscú se pudieron presenciar algunos enfrentamientos entre seguidores ingleses y aficionados rusos. Unos 22.000 simpatizantes del Manchester United competían también con los menos numerosos pero ruidosos hinchas del Chelsea tanto en el estadio Luzhnikí como en los alrededores del feudo moscovita. Una hora y media antes del pitido inicial, las gradas ya lucían un ambiente de gala.