El Barcelona se enfrenta hoy (20.45, Canal Plus) a una gran oportunidad, la de eliminar al Chelsea, con el que tiene una cuenta pendiente desde la temporada pasada, una eliminatoria que tiene a su favor después de la victoria lograda en Londres (1-2).

La lucha de estilos (el práctico contra el virtuoso); la presencia en el banquillo contrario del controvertido Jose Mourinho y, especialmente, la posibilidad de sacar adelante una eliminatoria y clasificarse para los cuartos de final de la Liga de Campeones son los alicientes con las que el Barcelona afronta el encuentro.

Los azulgrana son conscientes de que si pasan la eliminatoria se habrán quitado un peso de encima. Rijkaard buscará máximo control en el centro del campo, zona en la que se jugarán buena parte de las posibilidades de uno y otro. La principal incógnita reside en el reparto de papeles que asumirán los equipos.

El Chelsea no es un equipo al que le guste ejercer el papel de dominador, pero después de haber perdido en la ida (1-2), algún riesgo deberá asumir, porque necesita marcar, como poco, dos goles para tener opciones.

PROTAGONISMO El entrenador del Chelsea, Jose Mourinho, justificó ayer el exceso de protagonismo que ha tenido desde que el conjunto inglés aterrizó en Barcelona, en la necesidad de aislar a sus jugadores del ambiente hostil que se vive en la capital catalana contra los blues .

El técnico portugués explicó que con su actitud desafiante lo que pretende es "hacérselo fácil a los jugadores", que han pasado prácticamente desapercibidos a los ojos de aficionados y periodistas desde que aterrizaron en la Ciudad Condal.

Mourinho recordó que el domingo ya fue el primero en aparecer en el aeropuerto de El Prat, donde los aficionados le increparon y recordaron su pasado como traductor de Robson. "Esta mañana (por ayer) también he salido del hotel dos o tres minutos antes que los jugadores. La gente la ha tomado conmigo y mis jugadores han podido estar tranquilos", explicó José Mourinho, quien adelantó que mañana en el Camp Nou hará lo mismo y saldrá unos minutos antes de su equipo, "para que el público pueda darme ese recibimiento tan cálido que espero".