Hace pocos años este Cáceres-Ourense hubiese sido un clásico en la Liga ACB. Incluso una vez, en mayo de 1998, lucharon por la permanencia en una inolvidable eliminatoria. Ahora, los dos clubs tienen que adaptarse a sus nuevos tiempos en la LEB, una categoría que a los gallegos les ha costado digerir y en la que los extremeños esperan seguir en la buena estela de los últimos encuentros. Esta mañana (12.30 horas) el conjunto de Ñete Bohigas tiene una cita con el despegue: la tercera victoria consecutiva le asentaría en el grupo de arriba y fortificaría aún más la moral de un vestuario que, pese a las dificultades de diverso tipo, sigue creciendo.

FAVORITISMO LOCAL

El Destino Turístico --el nuevo nombre empieza a sonar familiar-- parte como favorito. Tampoco tendrá a Bryan Sallier, reincorporado a menor ritmo al trabajo físico, pero su arranque liguero ha sido de mucho mayor calado que el del Ourense, que viene de conseguir su única victoria hace unos días ante el Aracena (84-78).

Los locales tendrán que volver a fundamentarse en un juego exterior que ya se empieza a intuir terrorífico. Derell Washington, Damon Johnson y Juanmi Morales forman un tridente difícil de parar, lo que relativiza la falta de grandes referentes interiores. Dejando a un lado a Sallier, todos los jugadores entrenaron ayer con normalidad.

Con partidos como el de hoy se intenta reconstruir el interés de la afición, una parte de la cual sigue expectante los nuevos tiempos. Esta semana se han hecho doce socios. En los dos partidos anteriores en el multiusos --que hoy podría tener novedades en su decoración publicitaria-- la asistencia rondó las 2.000 personas.

Otro aliciente será la presencia en el rival de tres exverdinegros, Juanjo Bernabé, Albert Berenguer y el cacereño Juan Sanguino. Además, otro jugador del Ourense estuvo vinculado a las categorías inferiores del Cáceres, Juan Blanco. También destacan dos americanos jóvenes, Ricky Wright y Shoemaker, y un clásico de la LEB como Sony Vázquez.