FARHO GIJON: Kiefer (16), Adrián García (11), Jandl (11), Bobb (12) Wolfram (21) --cinco inicial-- Rajniak (9), Pineda (4), Balmón (3), Vázquez (-) y Gunnarsson (9).

PLASENCIA GALCO: Fernandes (5), Ibeas (11), Fort (2), Martin (14), Blair (17) --cinco inicial-- Zoller (-), Garrote (18), Suarez (13), Lledó (-) y Conejero (2).

MARCADOR POR CUARTOS: 21-22, 47-49 (descanso), 69-64 y 96-82 (final).

ARBITROS: Carpallo Miguelez y Rodríguez Avila. Sin eliminados por faltas personales por ninguno de los dos equipos.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la última jornada de la Liga regular de la LEB Plata.

El Plasencia luchará por el ascenso a la LEB Oro. El equipo de Ñete Bohigas, a pesar de que fue derrotado ante el Farho Gijón, encontró la mano amiga del CAI Huesca, que le rescató para que finalmente terminase en novena posición de la Liga regular. Los placentinos se medirán en la fase previa a la decisiva final a cuatro de Cáceres al Illescas Urban, que ha concluido segundo.

Ante la singular circunstancia de que los designios placentinos estaban lejos del pabellón de La Guía gijonesa, en Huesca concretamente, los de Bohigas afrontaban un partido sin alicientes. Los locales tenían segura la quinta plaza, mientras que los foráneos estaban más pendientes de las noticias que llegaban desde el CAI Huesca-Tarragona. El 96-82 final en Gijón deja entrever la poca intensidad defensiva que parecía haber sobre el parquet. De hecho, en los asturianos el base titular, Rubén Suárez, fue reservado para el cruce ante el Almería del martes.

En la primera parte, el equipo de la capital del Jerte arrancaba una levísima ventaja de dos puntos con la que llegó al descanso (47-49). Sin embargo, a pesar de ir liderando provisionalmente el choque, las noticias que llegaban desde tierras aragonesas hacían temer lo peor. El Tarragona vencía por 36-41 al CAI. El resultado daba al traste con las esperanzas placentinas y únicamente una reacción de los oscenses podía devolver la esperanza.

Pues bien, a pesar de que el Plasencia no aguantó el tipo en el tercer cuarto, lo que importaba era que en Huesca el Tarragona empezaba a desplomarse (60-55, al entrarse en el último periodo).

PENDIENTES DE HUESCA La desventaja del Plasencia crecía y conseguir la victoria ya, a parte de haberse complicado notablemente, parecía importar poco. Indisimuladamente, la atención estaba puesta casi totalmente en el Palacio Municipal de Deportes Oscense.

Cuando se confirmó la victoria del CAI, el Plasencia lo celebró más que el propio Huesca, puesto que ellos al fin y al cabo seguían octavos.