Manuel Hurtado aprovechó la presentación de Cage para hablar del encuentro de mañana (21.00 horas) en la pista del Melilla. No descubrió nada cuando dijo que era "un partido complicado en una pista difícil, paradigmática de la LEB". Y es que el equipo de la ciudad autónoma, el único que ha disputado todas las ediciones de la segunda competición nacional, todavía no ha perdido en casa y es tercero con un estupendo balance de 7-2.

"Tienen una plantilla muy compacta, muy completa en todos sus puestos --profundizó el técnico del Cáceres 2016--. Si ya tenían diez jugadores buenos, ahora han añadido uno más con Michael Southall, un pívot de gran fuerza física". También mencionó los nombres del base Diego Ciorciari ("se mueven a su ritmo"), de los aleros Juanma Ruiz, Héctor García y David Fergueson y de todos los jugadores interiores. "Además de Southall, ahí dentro tienen un poco de todo: la rapidez de Cuthbert Victor, la amenaza desde fuera de Nacho Romero, el físico de Caio Torres y la versatilidad de Keith Waleskowski", analizó. También se mostró preocupado por lo que llamó "el tema anímico", ya que pronosticó que el Melilla saldrá muy fuerte debido a la fuerte derrota que sufrió el pasado domingo ante el Lucentum Alicante (104-75).

También recordó el amistoso de pretemporada que se resolvió con victoria melillense por escaso margen (80-75). "Me sirve para conocimiento del otro equipo, pero éste es un partido nuevo. Nosotros éramos un equipo diferente. Lucio Angulo había llegado dos días antes y Harper Williams aún estaba", recordó.

TRANQUILIDAD... RELATIVA Ya se sabe que las semanas posteriores a ganar siempre se respira un ambiente de menor presión, aunque Hurtado aseguró que nunca va a haber tranquilidad porque "nos gustaría estar un peldaño o dos por encima de lo que estamos ahora".