Es un ganador nato y uno de los mejores velocistas del pelotón. Posiblemente Thor Hushovd es en estos momentos la baza del conjunto del Cervélo para obtener victorias de etapa. Vistos los problemas por los que está atravesando Carlos Sastre, Xavi Tondo, que ha llegado a la carrera tras una fractura de clavícula en Polonia, es la alternativa para la general. El Cervélo dejará el patrocinio ciclista a finales de temporada.

Hushovd, ganador ayer en Murcia, ya sabe lo que significa vestirse de amarillo en el Tour. Ayer, en la capital murciana, sucedió lo habitual para que el noruego se apuntase el éxito. El resto de los esprínteres no pudo con el obstáculo del día, la ascensión a La Cresta del Gallo, que animó los últimos kilómetros. Todos se descolgaron menos Hushovd, quien perfectamente respaldado por sus compañeros levantó los brazos como triunfador.

Dos corredores del Cervélo se convirtieron ayer en los pilares de la victoria de Hushovd. Uno de ellos fue Xavier Florencio, el mismo que injusta e incomprensiblemente quedó apartado por el Cervélo de la alineación del Tour, cuando ya tenía dorsal para correr la ronda francesa. La decisión causó mucho malestar en el seno del equipo. Ayer el otro corredor destacado del conjunto Cervélo en el triunfo de Hushovd fue Iñigo Cuesta. El ciclista burgalés ha sido recompensado por la organización con el dorsal número uno (debería haberlo llevado Alejandro Valverde pero no puede correr) por ser el plusmarquista en participaciones (un total de 16). Cuesta, a los 41 años, es el veterano por excelencia de un pelotón al que cada vez le cuesta más envejecer.

Sucedió en otra jornada controlada en la fase final por el Katusha de Purito Rodríguez. El conjunto ruso ha tomado el mando de la prueba al margen del primer clasificado, Philippe Gilbert, como si fuera el equipo que lleva el jersey rojo de líder de la Vuelta.