Iker Casillas y Rubén Baraja, futbolistas de la selección española, coincidieron ayer en señalar que la eliminatoria contra Eslovaquia será muy complicada. "Será un rival difícil. Nos jugamos algo muy grande y no podemos ir con la vitola de favoritos porque no es así. Puede pasar cualquier cosa y lo que debemos hacer es sacar un buen resultado en el Calderón", declaró el portero. "Eslovaquia tiene un fútbol muy rápido y utilizan muy bien las bandas. La delantera en cualquier momento puede hacer gol y siempre buscan la portería, nunca se quedan atrás para buscar el contragolpe", analizó.

"Lo importante es que no encajemos goles y llevar un resultado positivo a la vuelta. Eso sería lo perfecto porque a pesar de que jugamos en casa, la eliminatoria tiene dos partidos, no debemos arriesgar y volvernos locos cuando queda un encuentro allí", dijo por su parte Rubén Baraja, que definió a su rival como un equipo "ordenado, muy bien colocado y agresivo. Parece que no están pero llegan siempre a todas. Vendrán con respeto y esperando nuestros errores".

Por su parte, Asier Del Horno reconoció públicamente el sentir del vestuario. "Si queremos estar en el Mundial no podemos fallar y mucho menos en el Calderón ante nuestro público. Su empuje va a ser muy importante", manifestó.