CACERES CB 69: Ferrán López (5), Beechum (8), Ariel Eslava (4), Dani García (11), Deon Thomas (22) --cinco inicial-- Vladimir Petrovic (6), Mike Hansen (3), Orenga (2), Joffre Lleal (8).

ADECCO ESTUDIANTES 74: Azofra (2), Jasen (5), Carlos Jiménez (18), Felipe Reyes (24), Vidaurreta (6) --cinco inicial-- Loncar (11), Miso (1), Germán Gabriel (4), Iturbe (3).

ARBITROS: García Ortiz, García González y Araña. Eliminado: Ferrán López (min. 37).

MARCADOR CADA CINCO MINUTOS: 7-10, 21-17, 24-22, 37-36 (descanso), 43-45, 49-51, 58-62 y 69-74 (final).

INCIDENCIAS: Decimotercera jornada.

Al Cáceres no le bastó con entregarse a muerte y luchar hasta por el último balón para vencer al Adecco Estudiantes. Los madrileños acabaron imponiendo su mayor calidad y su exhuberante físico, si bien no pudieron sentirse ganadores hasta que faltaban diez segundos para el final. El último partido del año en el multiusos no tuvo demasiada vistosidad, aunque sí grandes dosis de emoción y una igualdad relativamente inesperada.

Los problemas físicos de Juan Antonio Orenga en un bando y Adam Keefe y Corey Brewer en el otro y la baja de Bobby Martin provocaron que ambas escuadras apareciesen en la cancha mermadas, demasiado dependientes de sus estrellas supervivientes . El Cáceres tuvo a Deon Thomas, dulcísimo, pero en el Estudiantes apareció el jugador español más en forma en la actualidad, Felipe Reyes. Sus 24 puntos y 15 rebotes fueron un peso demasiado profundo en la espalda de un rival lleno de problemas en el juego interior.

DIVERSION

Fue un espectáculo emocionante, casi dentro del desenfado con el que muchos viven las fiestas navideñas. El ambiente en el pabellón, con una buena representación de la Demencia , resultó magnífico, aunque el juego durante los primeros minutos fuese demasiado embarullado y confuso. Con empate a 17 (min. 9), sin embargo, llegó una jugada absolutamente luminosa, de las que tardan en olvidarse: contragolpe del Cáceres y Ariel Eslava da un espectacular pase por la espalda a Dani García, que culmina la acción con un mate.

El público se encendió y se alió con su equipo en la búsqueda de una victoria que unas veces se vio cuesta arriba y otras al alcance de la mano. A Felipe Reyes se le unía a menudo su compañero de selección Carlos Jiménez, pero el Estudiantes no lograba despegarse. Al descanso incluso iba por detrás (37-36), pese a que el alma del Cáceres, Ferrán López, no tenía su día.

En la segunda parte no se perdió intensidad. Manolo Hussein rotaba lo mejor posible el banquillo para evitar que sus hombres principales se quemasen, pero al Estudiantes se le intuía un punto más de frescura. Ya pudieron los visitantes marcharse al inicio del último cuarto (51-58, min. 33), pero la entrega local volvió a abrir el partido apenas 180 segundos después (60-60, min. 36).

En la ruleta rusa de esa recta final, Felipe Reyes siguió reboteando incansablemente y encontró el apoyo desde el exterior de Nikola Loncar, que había pasado inadvertido hasta entonces. Con el Estudiantes totalmente cerrado sobre su auténtica pesadilla, Thomas, el balón no parecía ir a otras manos que no fuesen las de Joffre Lleal. Su valentía es digna de alabar, pero no todas sus decisiones fueron correctas. Un mate de Jiménez a falta de 30 segundos fue como un tiro en la nuca (68-72), pero la ovación del público a su equipo resultó atronadora tras la bocina.