Sigo de cerca la actualidad del balonmano extremeño desde siempre y lo cierto es que los márgenes de mejora existen. Ahora bien, no existe relación entre la aparición de talentos deportivos con la existencia de algún equipo de elite. En España se dan casos en los que hay equipos en la Asobal pero no existen equipos de cantera. Por su parte, en Extremadura, más que una base deportiva, se necesita una estructura económica que haga del balonmano un deporte atractivo para el espectador y para el propio jugador, así como para su propia motivación.

Es ese el trabajo de las federaciones y las instituciones autonómicas, el de crear un Campeonato Territorial más actractivo que atraiga la práctica del balonmano y eludir el estancamiento que vive ahora. Las distancias kilómetricas en la región son grandes y eso evita que el balonmano germine con fuerza, ya que los gastos económicos de los clubes también son grandes. Se necesita imaginación para crear competiciones con más equipos y con más partidos, creando ligas comarcales que fomenten la competitividad y la práctica del balonmano.

La aparición de jugadores como Juancho Pérez, Carlos Prieto y Pocholo García, además de otros que hay en Primera División, es algo anecdótico. Sus éxitos se deben sobre todo al desarrollo óptimo de las circunstancias particulares de cada chico, a su trabajo y a su adaptabilidad para encajar en los perfiles que buscan tanto los clubs como la Federación Española de Balonmano.

Por su parte, está claro que el balonmano en Extremadura atraviesa por algunas dificultades, pero lo importante es no caer en el desánimo y seguir trabajando con fuerzas. Hay que buscar las inversiones necesarias para que se pueda crear una estructura que dé salida a la base deportiva.

*Exseleccionador. Emeritense.