AL-QAZERES - 71: Carla do Nascimento (17), Jara Salgado (10), Verónica Sánchez (9), Ndidi Madu (10), Alejandra de la Fuente (9) --cinco inicial-- Carmen Cambero (1), Gabriela Rodríguez (2), María José Rodríguez (0), Marina Díaz (0), Ndeye Tabara Samba (10), Elena Corrales (3).

REAL CELTA DE VIGO - 57: Cristina Loureiro (5), Debora Rodríguez (3), Noelia Oliva (11), María González (13), Tenning Diata (12) --cinco inicial-- Sara Méndez (0), Verónica Costas (4), Laura Alonso (4).

MARCADOR POR CUARTOS: 15-16, 37-25, 50-43 y 71-57.

ARBITROS: Mendoza y Martín.

No podían los ideólogos del proyecto del Al-Qazeres soñar con un estreno más perfecto en la Liga Femenina 2: victoria convincente ante uno de los grandes la competición, el recién descendido Celta (71-57), muy buen ambiente en la grada, televisión en directo para difundirlo y políticos en el palco para saber que el dinero en el deporte no se gasta, se invierte. La guinda fue terminar con cuatro cacereñas sobre la pista, tres de ellas de la cantera del club.

Fue una mañana realmente hermosa de baloncesto, para qué andarse con rodeos. El primer éxito ya estaba firmado antes de que el balón volase en el salto inicial: unas 400 personas en el Serrano Macayo, una cifra a la que no se llega en muchas canchas de la máxima categoría y, desde luego, superior a cualquiera de las de los últimos años en el antecesor del Al-Qazeres, el Femenino Cáceres. Y había que pagar, quede claro.

El equipo estuvo a la altura de una trabajada animación, empezando a mostrar las señas identidad que pueden caracterizarle esta temporada: fiera defensa y ataque mesurado, equilibrado, sin referentes ineludibles. Por supuesto se echará de menos a chicas como Kourtney Brown y Rosó Buch, pero calidad no falta: Carla Nascimento mirando el aro sin miedo y repartiendo juego, De la Fuente y Tabi Samba intimidando y Vero Sánchez, Ndidi Madu y Jara Salgado haciendo un poco de todo.

Tras un inicio dubitativo, las locales, a base de una feroz intensidad, se despegaron en el segundo cuarto, llegaron por al descanso con un cómodo 37-25 y administraron bien su ventaja, sabiendo sufrir cuando el Celta se acercó (48-43) en el tercero. El futuro, coloreado ahora de verde y amarillo, pinta bien.