Mucho antes de que se conociese el desenlace del definitivo choque de ayer en el Nuevo Estadio, en el semisótano del hotel Huerta Honda, donde compartían concentración el Díter y La Roda, se ventilaba, en improvisada conversación, el futuro de la doble cúpula dirigente del cuadro azulino . Tanto el presidente, Antonio Martínez Doblas, como el técnico, Angel Marcos Sánchez, se están planteando muy seriamente su continuidad en sus cargos.

Mientras los jugadores merendaban cafés, bollería y algunas pastas, se perfilaba el porvenir. "Estoy nervioso, --reconocía Martínez Doblas-- pero sobre todo por la afición. Ha trabajado mucho, hay una enorme ilusión y no me gustaría que se llevase una desilusión. Todavía tengo la imagen del pasado año en la retina". Marcos terciaba, mientras apuraba el penúltimo cafe asegurando que "tiene mérito lo que ha hecho esta plantilla. Con lo que hemos tenido que pasar, ¿quién nos iba a decir que a estas alturas íbamos a estar a 90 minutos de un posible ascenso?". Aitor Bidaurrázaga ponía el contrapunto desde el prisma de los jugadores: "Joder, estamos a un paso de lograr el ascenso. Y depende de nosotros. Es una oportunidad histórica". A las 19.40 Macías no pudo más y gritó: "Es la hora, vamos al estadio". La incertidumbre llega hoy.