ATHLETIC - 1: Iraizoz; Iraola, San José, Ustaritz, Castillo (Gabilondo, m.62); David López (Susaeta, m.59), Gurpegui, Orbaiz, Muniain; Toquero (Vélez, m.59) y Llorente.

DEPORTIVO DE LA CORUÑA - 2: Aranzubia; Laure, Lopo, Aythami, Colotto, Manuel Pablo; Juan Domínguez (Juca, m.84), Rubén Pérez, Juan Rodríguez; Lassad (Antonio Tomás, m.49) y Adrián (Pablo Alvares, m.90).

GOLES: 0-1, m.21: Adrián, de penalti. 0-2, m.52: Adrián. 1-2, m.86: Llorente.

ARBITRO: Rubinos Pérez (Comité madrileño). Expulsó a San José en el minuto 33, por dos amarillas, y también al local Ustariz, en el 90, también por doble tarjeta.

Adrián López dió ayer al Deportivo de La Coruña, en San Mamés, una victoria casi increíble (1-2) ya que ha llegado en un partido de continuo dominio del Athletic Club, aunque infructuoso y desaprovechando innumerables ocasiones de gol hasta que Fernando Llorente puso casi al final el marcador definitivo.

El balance del delantero centro asturiano fue prácticamente todo el del ataque del Depor. Colosal, en todo caso, para lo que hicieron sus compañeros para ayudarle: marcó los dos goles de su equipo, fue objeto de un penalti y provocó dos tarjetas rojas rivales, las de los centrales Mikel San José y Ustaritz.

El de Teverga abrió el marcador en el minuto 22 transformando la falta máxima que señaló el colegiado por una caída suya ante Ustaritz, quien anteriormente había fallado estrepitosamente en el despeje; y amplió distancias en el 52, superando de nuevo en la porfía a la defensa visitante y batiendo a Iraizoz con un fuerte disparo que rozó en Carlos Gurpegui.

Las expulsiones las provocó en el minuto 33, una roja directa a San José por derribar a Adrián siendo el último defensa; y en el 90, la segunda amarilla a Ustaritz, al que dio la tarde.

Aparte de lo que hizo el ariete del Deportivo, todo lo que ocurrió sobre el campo fue cosa del Athletic, en uno de sus mejores partidos de la temporada en cuanto a juego. Si hubiese ganado, el mejor sin duda. Pero le faltó acierto en la gran cantidad de ocasiones generadas ante Dani Aranzubia. Cerca de 15.

Solo marcó Llorente, pero su tanto, el undécimo que anota en lo que va de campeonato liguero, llegó muy tarde y con su equipo ya prácticamente vacío de fuerzas por el tremendo esfuerzo acumulado. Especialmente Iker Muniain, que demostró un espíritu a prueba de bombas y se repuso hasta de unos calambres que aparecieron a un cuarto de hora del final del choque. Con la derrota, el equipo bilbaíno deja pasar una buena oportunidad de meterse en las posiciones europeas, a las que se acerca el Depor tanto como se escapa de las del descenso.