El Calamonte es el perjudicado del bombazo lanzado por el Mérida. El club debe encontrar repuesto en el banco. La decisión de Santi Amaro ha pillado por sorpresa a todos. Y no ha sido de forma amistosa, como anunció en sus redes sociales la entidad romana. «De amistoso nada. Confié en su palabra, porque no había firmado nada. Había mucha ilusión puesta en él», dijo el presidente, Antonio Barrero. Esta decisión no ha gustado ni a la directiva, ni tampoco a la afición. «El Mérida sabía que había dado la palabra aquí. ¿Por qué le hacen la oferta? A mí no me ha gustado. No vamos a entrar en ninguna guerra con ningún club porque no es la filosofía del Calamonte», lamentaba Barrero. En las próximas horas, el sustituto. JOSÉ GAGO